El destino del caletense Gustavo Chazarreta (3-1-1) lo llevó a cruzar la frontera y encontrar en Concepción, Chile, un lugar de crecimiento para su proyección. Concentrado en el club “JV”, entrena a la espera de que se termina la situación epidemiológica. “Estamos entrenando muy duro con un grupo muy sólido que tiene seis a siete boxeadores en actividad donde nos sumamos yo y Maxi Gutiérrez. Hay compañeros que son campeones venezolanos, nos sumamos para aportar lo nuestro. Está el hijo del promotor, que se llama Juan Valderrama que también es profesional”.
Convocado por el promotor y presidente del club, Rubén Valderrama busca su puesta a punto físico, aún con las limitaciones que implica la pandemia y pensando en rearmar su futuro, esperando propuestas para combatir.
“En lo físico noto un cambio en el aplomo y también estamos trabajando mucho en la potencia. Me siento con más experiencia, considero que dejé de ser un “amateur”, algo que todavía no había sentido hasta ahora”.
Lamenta que la cuarentena afectó a la población en general pero específicamente le puso un freno al deporte. “Nos afectó a todos pero yo trato de ver el lado positivo, ya que me quedé y puedo seguir entrenando algo que quizás en Argentina no hubiera podido hacer. Esto cambió todos los planes que tenía en mente. Ahora no sé si iré a volver o no. Si esto sigue así, no quedará otra que volver”, lamenta Chazarreta.
“No sé si voy a pelear –agregó- el resto del año; en realidad nadie lo sabe. Tenía pensado sumar la mayor cantidad de peleas posibles. El año pasado fueron 6 con buenos resultados, ganando en Comodoro y Caleta y peleando en Gallegos cuando estuvo el “Chino” Maidana”. El boxeador de Caleta Olivia reconoce que la pelea prevista con José Vargas hubiera representado un alto grado de exigencia. “Hubiera sido linda pero se cayó. Justo el día que partí a Chile se hizo la conferencia de prensa. El que diga que tuve miedo sabe que no es así. Para mí le gano bien, ampliamente y fácil, su estilo me favorece. Puede salir una buena pelea, un gran espectáculo y si no se dio, fue por mis planes. Quizás en ese momento no me convenía pero seguramente pelearemos en el futuro”.
Para “Chaza”, los mejores rivales de su peso están en Comodoro Rivadavia. “Y están con el promotor Décima y los Alvarado, padre e hijo. Hay una rivalidad linda con Caleta, yo los conozco porque me acerqué a guantear varias veces. El más nombrado es Rodrigo Maizares, campeón Latino, un rival que no es de otro mundo. Si a uno le dan la oportunidad, cualquiera puede dar un batacazo. Están Sauco, Carrizo y José Vargas. Al que me pongan adelante, le peleo. Quiero crecer como boxeador y como persona. Con las ganas no me voy a quedar”.