Jorge Castro sorprendió con una confesión íntima sobre su época como deportista que despertó el debate: “Tuve sexo en el vestuario antes de una pelea”. Locomotora, ex boxeador campeón mundial mediano de la AMB, reveló uno de los actos habituales que solía realizar antes de subirse a los rings de combate. “Me encantaba (el sexo) y siempre lo dije. Una vez lo hice en el vestuario, en una pelea en Comodoro Rivadavia. No me afectaba en el momento, me consideraba un tipo fuerte, capaz de hacer cualquier cosa arriba del ring”, recordó en una entrevista con Walter Nelson en Radio La Red.
En total, se presentó en seis oportunidades en Comodoro Rivadavia y en todas las ocasiones ganó: Juan Meza (1990), Hernán Pérez Ramos (1991), Héctor Lescano (1993), Francisco Bobadilla (1994), Reggie Johnson (1995) y Nicasio Moray Martínez (1996) lo sufrieron. Sin embargo, no aclaró a cuál de todas estas presentaciones se refirió. Locomotora Castro remarcó las diferencias entre el boxeo profesional actual con el que él practicaba a mediados de la década del 90, época de oro para su trayectoria: obtuvo el título mundial por primera vez en 1994 ante Reggie Johnson en Buenos Aires.
Sobre los profesionales que desaconsejan las relaciones sexuales antes de la práctica deportiva, el Roña dio su postura: “No es tanto como se dice de ser aplicado y cuidarse con ese tema; en ese momento uno estaba más livianito y veloz. En Argentina peleé con todos, hice 146 peleas, no le esquivé la cara a ninguno… Y tengo 90 ganadas por nocaut”.
Las estadísticas oficiales indican que el mítico peleador argentino sumó 130 triunfos (90 antes del límite), perdió en 11 oportunidades y protagonizó 3 empates. Castro se inició como pugilista rentado a fines de 1989, peleó en España, Francia, Estados Unidos, México, Japón y Panamá, entre otros puntos del mundo. En el 2007 se subió por última vez a un cuadrilátero: le ganó a José Luis Herrera en Mar del Plata por nocaut, en lo que fue la revancha tras haber sido superado por ese mismo rival un año antes en el Luna Park.
El deportista nacido en Santa Cruz de 52 años, contó cómo invirtió el dinero que obtuvo durante su época de esplendor en el boxeo: “No gané un millón de dólares cuando fui campeón del mundo. La primera defensa fueron 50.000, pero pude invertirlo y a mis hijos les dejé 16 casas en Caleta Olivia. Acá también dejé muchas cosas”.