“Hasta que no firme y no vea la moneda, no doy por sentado que se va hacer”. Así, de entrada, Jorge Castro deja en claro que por ahora no está abrochado aún su regreso al ring. Gente cercana al promotor Bob Arum le ofreció revivir alguno de sus emblemáticos combates. “Podría ser con Roy Jones o John David Jackson” especificó el boxeador nacido en Caleta Olivia. Los organizadores querían una exhibición, pero el “Roña” les pidió que sea una pelea hecha y derecha, “sino me quedo en casa”.
Con 52 años, Castro es consciente que subirse al cuadrilátero de nuevo, estará lejos de ser algo similar a sus épocas doradas. “Los músculos tienen memoria, pero hay que ver cuando me peguen, si me duelen o no los golpes”, explicó en diálogo con La Central Deportiva (Cadena 3 Santa Fe 101.7). La pelea estaba planeada para noviembre o diciembre de este año, pero habrá que ver si la pandemia atrasa la velada. Apelando a su sentido del humor, muchas veces cuestionado, Locomotora les respondió a los que le piden ir por más. “Me preguntan por qué no peleo con Tyson. Porque quiero seguir viviendo”, dijo entre risas.
Su figura quedó en las mejores páginas del boxeo argentino después de la pelea en la que se consagró campeón mundial ante John David Jackson. El mito creado en torno a ese combate dice que el santacruceño se hizo el grogui para despistar al rival y meter la mano del KO. Pero él se sinceró sin rodeos: “Me cagó a piñas. Pude meter la mano de Dios en el noveno round.”, describió Castro. También admitió que en el vestuario no podía ver nada por los ojos hinchados que mostraba después de haber soportado una paliza. “Fue una pelea histórica. No vas a encontrar una igual”, sentenció.
Con 52 años actualmente, el “Roña” está convencido que se retiró a tiempo y lamentó que otros exponentes argentinos de ese deporte no hayan hecho lo mismo: “Maravilla (Martínez) se tendría que haber retirado con toda la gloria y no haber intentado una pelea más con Miguel Cotto”.
Además de entrenarse para la hipotética pelea del regreso, Castro también pasa varias horas del día en su gimnasio en Temperley. Allí oficia de entrenador, aunque confesó que discutió con los dirigentes de la Federación Argentina de Boxeo por ese nuevo rol: “Quieren que haga un curso para eso. ¿Qué me pueden enseñar? Ellos aprendieron de libros y nunca se pusieron un guante. Cómo me van a querer enseñar ellos a mí, si yo fui campeón mundial”.
Por último, Locomotora tiró al aire una primicia que lo llevaría a la pantalla chica. “Estoy por hacer una serie con Netflix. Estamos en tratativas para ver si es una temporada o más. Mi vida es una linda historia para contar y escribir cuatro o cinco libros”, concluyó.
Cadena 3.