Difícilmente Mauro Amaro Corbalán trascenderá por alguna excentridad, una rareza o una declaración subida de tono. Es que su perfil pueblerino, le permite expresarse en el lugar que eligió y el que transita desde hace algunos años: un ring de boxeo. La “Bestia” es oriundo de José de San Martín en el corazón profundo chubutense y radica en Rawson desde el 2014. “Fue una oportunidad que me dio Ricardo Fueyo que era en ese momento el presidente de Chubut Deportes. Estuve alojado en el hotel Deportivo, todos lo saben y entrenaba de la mano del Pampa Ducid. Hice mi campaña amateur prácticamente acá y también mi debut profesional”. Y pese al tiempo transcurrido, Corbalán asume la doble bandera deportiva.
“De lo que es mi carrera profesional, he mejorado un montón. Boxística y técnicamente, creo que mi estilo mejoró. Ya no es tanto ir al choque sino elegir más golpes, no comerme tantas manos. Siento que voy mejorando cada pelea”. Quien fuera campeón argentino de los Juegos Evita en su adolescencia, ya lleva 7 peleas en el campo rentado con récord de 6-1 y 3 definidas antes del límite. “La que más se me complicó en mi carrera fue la cuarta como profesional que fue un empate (ante Matías Sami en Playa Unión) porque me sorprendieron con una mano y me fui al piso; la tuve que remontar y costó bastante”, reconoce el peso ligero de Chubut.
Viene de noquear en las últimas dos salidas –Ricardo Vilce y Emilio Aibar- y es vencedor además de Federico Inostroza y Juan Léon. Y recrea el triunfo ante Fernando Romero en “su” pueblo natal. “En esa me sentí mejor que en todas porque era un sueño para mí llegar a San Martín como boxeador rentado”. Aunque probó las piñas con dos de sus hermanos –Fabián y Enri- su licencia lo convierte en un nuevo embajador. “Es mi casa básicamente porque está toda mi familia; mi mamá y mis hermanos. Salí de ahí y era como algo imposible para mí llegar como profesional o pensarlo cuando apenas arranqué”.
“La verdad trato de enfocarme en mi carrera y enfrentar a quien me pongan”, dice Corbalán, quien actualmente entrena en el CENARDCAM a las órdenes de Andrés Maidana y Héctor Moreno. “Como boxeador apunto al mismo objetivo que todos: poder alcanzar un título. Y no solamente eso, sino que mi nombre le llegue a la gente no solo por eso sino por mi estilo”.
La “Bestia” Corbalán asume con humildad no tener sponsors y sostenerse con su oficio en la construcción. “A veces no me dan los horarios para entrenar pero igual me muevo en mi casa”, cuenta sabiendo el premio que suele tener el esfuerzo. “Mi vida personal es entrenar, trabajar y boxear. Más que eso no hago”, resume.
IT/Piñas del Sur.