-Iba a debutar en marzo, recuerdo que quedaban dos semanas, estaba listo, pero llegó la pandemia y todo debió postergarse. Nunca bajé los brazos, ni dejé de entrenar, en casa le seguí metiendo duro, pero al no haber firmado contrato profesional no sabía que podía pasar y hasta analicé la posibilidad de buscarme algún otro trabajo. Pero mi plan A y mi meta siempre fue el boxeo y por suerte en mayo me llamó esta empresa “Sampson Boxing y Tello Box” para firmar contrato. Ahí ya me quedé más tranquilo y comencé a trabajar más duro. Hoy ya faltan días nomás para el debut.

-Estallé de alegría cuando me llamaron para decirme ya tenían la fecha y más aún cuando me confirmaron que sería en Brasil y televisado. Recuerdo que estaba con mi novia y lloramos de la alegría. Ella y mi familia saben bien lo que me esforcé durante la pandemia, entrenando sin parar y con la esperanza de que las cosas se puedan concretar. Hoy por suerte es una realidad y estoy disfrutando mucho todo lo que me está pasando.

Lo único que sé es que mi rival será brasilero, pero no mucho más. Imagino que en esta semana ya tendremos el nombre, de todos modos el plan es poder meter un nocaut en el primero, a lo Matthysse.
Ahora es profesionalismo y cambia la cosa. La idea es tratar de estar lo más tranquilo posible, ser inteligente y no desesperarme. En amateur se sale a lo loco, quizás tirás ochenta piñas en los primeros segundos y te cansas, asique eso es lo que estamos entrenando mucho y haciendo el foco en ser inteligentes. Ya he entrenado sin cabezal y se lo que es recibir esas pegadas. Cambia totalmente porque se siente mucho más y hay que ser más cuidadoso.
-Yo nací y ya estaba mi papá peleando, luego lo hizo mi mamá y primeramente mis abuelos. También un hermano de mi abuela, después mis tíos y ahora estamos mi hermana, una prima y yo. Tengo fotos de cuando tenía uno o dos años ya con los guantes puestos, asi que nací destinado a esto. Yo iba con mi papá a todos lados donde peleaba, cuando aún era muy chiquito, lo seguí toda la carrera, en sus peleas y entrenamientos desde que tengo noción de la vida, estuve ligado al boxeo.
-Cuando tomé la decisión de ser boxeador fue como a los once años. Si bien desde los cuatro años ya entrenaba, probaba cabezales y guantes, a los seis tuve mi primera exhibición con público y después cuando ya tenía diez u once años, tuve la segunda. Fue después de eso que supe que el boxeo sería mi futuro y a partir de ahí empecé a entrenar con quien hoy es mi técnico, Mario “Mauko” Narváez.
-Cuando tenía dieciséis años y unas catorce peleas, me llegó un llamado del equipo del “Chino” Maidana, que me querían llevar a una concentración en Estados Unidos. Era el gimnasio de Robert García en Califormia, eran todos boxeadores profesionales, invictos. Guantear con todos ellos, ver la seriedad con la que se trabaja, fue la verdad una experiencia inolvidable. Luego de un año volví a Trelew y empecé a entrenar con mi tío Lucas, que volvió de Junín y al tiempo me tocó volver a Estados Unidos con él.
Así es. Ya estando en el campamento con mi tío, que se preparaba para la pelea con Manny Pacquiao en Malasia, había tenido la posibilidad de pelear con un multicampeón amateur estadounidense, Raúl Salomón Junior, que tenía más de cien peleas y un montón de títulos. Peleé con él y le gané por decisión unánime. Luego de eso me llegó un llamado que nos daban la posibilidad de pelear por el título mundial amateur del Consejo Mundial y por suerte puede ganar.
Fue tremendo y siempre recordaré ese día. Cuando me anunciaron como ganador y me entregaron el cinturón no lo podíamos creer. Recuerdo que todo mi equipo subió al ring, saltábamos como locos y no era para menos, no era un título medio pelo, eran un título del mundo y del Consejo Mundial de boxeo, quizás la entidad más importante del mundo. Nunca me imaginé poder lograr algo así y ahora quiero buscar lo mismo, pero de manera profesional.
Chubut Deportes.