El próximo sábado 7 de noviembre no será un día más para Víctor “Cococho” Godoi, porque estará cumpliendo 22 años de haber logrado el título mundial categoría mosca de la Organización Mundialde Boxeo (OMB). Es el único comodorense que consiguió ese logro en el boxeo, pero remarca que “nunca gané plata con el boxeo, me pagaban migajas, y cuando empeñé el cinturón fue para comprar remedios para mi padre que tenía cáncer”.
Las noches gloriosas de “Cococho” Godoi están lejanas, a lo lejos si uno hace el esfuerzo puede escuchar los gritos de los festivales: -Cococho, Cococho! -Dale campeón, dale campeón..!.
Comenzó desde cadete aprendiendo boxeo con Abel Corredoira, quien lo supo guiar en los primeros pasos, hasta que lo tuvo como técnico a Robinson Zamora, a quien hoy evita nombrar. Lo mismo frase le ocurre con quien fue su promotor, el truncadense Silvio Morón. Y hoy, a 22 años de ese logro mundialista ante el mexicano Pedro Morquecho, cuenta historias guardadas pero no olvidadas. “Como a los 16 o 17 años comencé a realizar mis primeras peleas con Robinson Zamora. Estaba muy parado el boxeo en Comodoro, luego del fallecimiento del ‘Pitufo’ Andrade. Yo, seguí entrenando, era menor, recuerdo que iba al gimnasio municipal y entrenaba solo a veces con Zamora. Sí iban muchos a bajar de peso y estar bien físicamente. Tuve la suerte también de estar en la selección argentina amateur en Buenos Aires, con el cubano Sarbelio Fuentes, estuve unos meses. Luego volví, y cuando me llamaron para ir a Alemania al campeonato Guantes de Oro decidí quedarme acá, extrañaba mucho a mi familia”.
“Seguí entrenando, peleando como amateur, pero si no peleaba como profesional me dedicaría a trabajar. Después debuté, en la velada que Jorge “Locomotora” Castro combatía con Reggie Johnson (1994). Pero a mí me queda la amargura y la bronca, que fui mal administrado, por tener confianza. No importa quién era mi rival, yo me entrenaba para que no me peguen, y quería después que me pagaran”, dice Godoi.
“Me decían que cuando sea campeón mundial me la llevaría toda”
Y ante la pregunta si el boxeo le dejó dinero, el excampeón argentino y latino, cuenta: “Yo cuando cobré mi plata y estaba contento fue cuando me hizo pelear Guerreiro (Ricardo) de Comodoro. Hice tres peleas con él, las gané, estaba invicto, cobré bien, estaba feliz. Después no sé qué pasó, Guerreiro no me hizo pelear más. Para mí era mi trabajo, si no peleaba no tenía dinero. Y como no peleaba quería dedicarme a trabajar, luego me tocó otro promotor y comenzó mi carrera. Creo que dos peleas me pagó bien -en referencia a Silvio Morón-, estaba feliz, después comenzó a no pagarme. Me decía que cuando sea campeón me la iba a llevar toda. Fui campeón argentino mosca, campeón OMB Latino, los gimnasios se llenaban, pero nunca vi plata”.
“Tenía mucha bronca, porque me decían que cuando gane el título mundial me la llevaría toda y me pagarían lo que me estaban debiendo. El 7 de noviembre de 1998 tuve que pelear en Comodoro, por el título mundial OMB con Pedro Morquecho. Y te puedo decir, no cobré un puto peso. Fue un balde de agua fría. Le había dicho a mi entrenador antes de la pelea, que quería cobrar antes de subirme al ring porque después no me darían mi plata. En el pesaje, tuve que bajar unos gramos, en ese lapso me olvidé de cobrar mi bolsa por anticipado. Y el día de la pelea cuando estaba peleando con Morquecho, pensaba, no me van a creer, pensaba que no me iban a pagar. Y así fue, no me pagaron nada. La excusa fue, que entró gente con entradas falsas, y que el municipio no había puesto la plata que tenía que poner. Pero yo había cumplido mi trabajo, ahí me enojé, no quería hacer nada”, dice “Cococho” Godoi.
Rescató el cinturón empeñado y hoy lo tiene de recuerdo
El padre de “Cococho” tenía la voz ronca y cambiada, afectado por un cáncer con el cual estaba luchando. Y el campeón que había ganado el título mundial, no tenía recursos. “Me agarraban de las patas y me sacudían, no se me caía una moneda. Y después, antes de ir a defender el cinturón a México, empeñé el cinturón, es cierto, pero fue porque mi finado papá tenía cáncer en la garganta. Yo necesitaba comprarle remedios para la quimioterapia, y empeñé el cinturón en 600 pesos, en un taller mecánico. Pero no me respetaron nunca como persona, siempre me usaron, fui como un títere”.
“Nunca dije nada de esto a los medios, porque mi esperanza era cobrar una buena bolsa. Tenía eso metido en la cabeza, era como que estaba sumando para una pelea importante. Fui campeón mundial y nunca vi dinero. Y en México, el día del pesaje, antes de salir, le dije a mi entrenador, a mí me pagan antes de subir el ring. Yo no llevé el cinturón a México, la multa fue de 4.000 dólares, me lo descontaron de la bolsa. Hoy, sí tengo el cinturón en mi casa, lo recuperé y lo tengo de recuerdo”.
“En Tijuana en el ‘99 mi bolsa era de 35.000 dólares, me descontaron el cinturón que dejé empeñado en Comodoro. Me bajé de la balanza y dije, o me pagan o si no mañana no voy al estadio. Me pagaron, lo conté todo y lo guardé en una caja fuerte del hotel. Fue la única vez que vi plata en toda mi carrera”, expresa “Cococho” Godoi.
La foto en la cama con todos los dólares
Ese día Víctor Godoi se sacó una foto, que al regreso mostró a nuestro cronista. Estaba en una cama rodeado de dólares y contento, dinero que luego en Comodoro le duró casi 11 meses para vivir. “Me fui tres meses a entrenar con Amílcar Brusa, y cuando me había conseguido rival. Me avisaron que me sacarían de la bolsa un porcentaje porque yo tenía un contrato firmado con un promotor. Yo, no tenía ni una copia, no me acordaba. Me enojé, dije que no peleaba y me vine a Comodoro. Quería desarmar ese contrato, luego lo logró “Pipo” Corchuelo Blasco, mi abogado. Ahí quedé libre, pero me había cansado de eso, no regresé a Buenos Aires”.
“Sufría mucho para bajar de peso, tenía que pasar hambre, y para colmo bajaban del ring y me daban, no sé, 400 pesos o 600 pesos, era una falta de respeto. Y tenía que sobrevivir, la ropa y calzado me la daba una tienda de Comodoro, en Alem y Rivadavia, que cerró hace tiempo. Con las migajas que me daban no me alcanzaba”, cuenta Víctor Godoi.
“Recolectaba basura y la gente quería sacarse fotos conmigo”
Lo que había ganado en México y al volver derrotado ante Diego Morales pronto se acabó. Luego hubieron algunas peleas esporádicas y se retiró con 31 victorias, 5 derrotas, sin empatar, y 27KO a su favor. Si hoy te pregunto, qué significó para vos Robinson Zamora en tu carrera deportiva y Silvio Morón como promotor, qué respondés. “Sin palabras para ese señor que ya no está entre nosotros. Sin palabras, igual para los dos”.
Comenzó a trabajar en la empresa Clear, hoy Urbana, por gestión del “Tano” Néstor Di Pierro. “Todos se abrazaban para sacarse fotos conmigo cuando andaba bien, pero cuando me quedé sin trabajo y no tenía ni para comer o pagar la luz y el gas. El único que me dio una mano, primero fue la Municipalidad de Comodoro con una beca, luego hablé con el “Tano” Di Pierro -estaba en Petrominera-, me dijo que lo aguantara unos días y me hizo entrar a Clear como al año. Yo andaba recogiendo basura corriendo detrás de un camión, la gente me reconocía y quería sacarse fotos conmigo. Me daba mucha vergüenza, un campeón mundial que esté de basurero, pero era mi vida. Pero el Tano Di Pierro siempre me ayudó”.
“Hoy, creo que sorprende y mucho lo que logré con el comercio. Hace muy poco abrí un minimercado, el segundo negocio luego de “Cococho” Drugstore. Tengo varias propiedades alquiladas que las compré en su momento, pero no con el boxeo. Y para el año que viene pienso comprarme una Amarok 0 Km solo para viajar, me va bien gracias a Dios. Creo que así como tenía un don para el boxeo, también lo tengo para los negocios”, dice “Cococho” Godoi.
Por último, responde a la pregunta. ¿”Cococho”, entonces qué te dejó el boxeo? “Creo que el boxeo me dejó conocer gente, ser reconocido no solo en Comodoro, también en Argentina. ¿Cuántos campeones tuvo Argentina? Uno soy yo. Un día me mandaron un video de la Federación Argentina de Box, donde en una sala están todas las fotos de los campeones mundiales de Argentina, ahí estoy yo. Pero la gente me quería mucho. Hoy, muchos se acuerdan de mí, los más jóvenes no saben quién soy. Pero ojalá que me reconozcan en Comodoro, que Juan Pablo -por Luque- se acuerde de mí, y que sea antes que me muera”.
Diario Crónica.