El rosarino Sebastián Ezequiel Aguirre proyecta su regreso boxístico en el 2021. Con el duelo reciente por la pérdida de “Bocha”, su padre y motor reconoce que quiere “meterse” en las grandes peleas. Y confiado en su pegada y sus capacidad, confía en noquear al cotizado Jeremías Ponce. “Me gustaría pelear con él porque creo que lo noqueo. Ojalá que se me dé esa pelea porque él está bien visto a nivel internacional y está próximo a pelear por un título del mundo. Yo le veo falencias porque el otro día peleó con (Jonathan) Eniz que no es un pegador y sin embargo, lo tiró en el segundo round. Estuvo groggy, se recuperó y terminó ganando pero creería que a mí no me aguanta la mano. Estoy seguro que lo noqueo”.
“La idea de hacer una pelea en Comodoro está pero es difícil ya que debido al protocolo por el COVID, se piden muchas cosas. Pelearía en febrero o marzo en Buenos Aires”. Aguirre reconoció contactos e interés de parte de promotores nacionales dispuestos a invertir en él. “Carlos Tello que trabaja en Córdoba con Sampson Lewkowicz se comunicó conmigo para manejarme. También está el equipo del Chino Maidana que me tiene visto y podrían llamarme cuando esté a punto”, reconoció en diálogo con el programa “Fair Play” (La Cien Punto Uno). En el Gym Fight Club entrena físicamente y hasta compartió guanteos con los profesionales José Vargas y Rodrigo Maizares. “Estamos volviendo, pasaron las fiestas y la cuarentena donde todos hemos entrenado a medio pelo”.
“Mi papá falleció hace un mes –dijo Sebastián- y decidí quedarme acá por un tiempo con mi mamá y mis hermanos porque todavía estamos con el duelo”. Combatir en la ciudad parece ser una complicación desde lo organizativo en tiempos de pandemia y por eso, Aguirre asume que la situación epídemiológica alteró la rutina y la puesta a punto. Sin embargo, el 2021 tendrá varios motivos para reforzar objetivos, rearmarse y dedicar cada triunfo que se obtenga.
Gentileza Fair Play (La Cien Punto Uno).