Quizás la mejor manera de evolucionar sea reconocer lo que no se hizo bien; asumir la superioridad ajena y reforzar el objetivo. Desde que experimentó una de sus derrotas más dolorosas ante Alejandro “Cuervo” Silva, el madrinense Jonathan Wilson Sánchez asume que queda mucho para sumar y que en el trabajo, está la única explicación lógica cuando se boxea y se quiere evolucionar. Aspira volver a subirse a un ring en agosto. Su último resultado adverso no le restó vuelo y al revés, potenció sus virtudes y lo llevó a redoblar el esfuerzo, el sacrificio y el entrenamiento sin feriados. ”La pelea con Silva la ví una sola vez”, reconoce sin complejos, desde una mirada crítica. “Me ganó en potencia, siento que llegué muy flaco a la pelea”. Y asume que haber “clavado” 68,800 a diez días del compromiso, le terminó jugando en contra y ocasionando un desgaste que le restó posibilidades. “Capaz eso me jugó mal porque reboté de 69 a 72”, dice asumiendo las incógnitas de la balanza.
Asume que las diferencias en lo técnico, estuvieron a la vista y que esa faceta, es uno de los aspectos a mejorar. “Estoy trabajando en eso.Tengo que aprender más y estoy reforzando más la defensa y la potencia; trabajando con pesas y ahora también con vitaminas y proteínas”. Sánchez incorporó a un nutricionista (Francisco Ozores) y al preparador físico Cristian Luna a su equipo de trabajo con la idea de hacer ese ajuste “fino” tan necesario. Para el “Chúcaro” el análisis incluye una falta de adaptación al salto de categoría y al consecuente “pase de factura” que esto le provocó. “Siempre subo a 76 en mis peleas y ésta vez estaba en 72,200. Me sentí muy flaco”.
El representante boxístico de Puerto Madryn necesita reencontrarse con la victoria, para rearmarse; retomar la confianza que dice, “nunca desapareció” y hacer notar los cambios que pule en el gimnasio. “Ahora en agosto posiblemente peleo, iría en 72 kilos. Quiero que se note una mejoría y siento que puedo volver a ganar. Peso y potencia fueron las cosas que más me faltaron. Quiero seguir mejorando la defensa y buscar otras combinaciones. Estoy trabajando la fuerza para ganar un poco más de pegada, hacía casi dos años que no hacía eso”.
Sánchez está lejos, muy lejos de perder la motivación. Y la derrota reciente lo ha impulsado a fortalecer la confianza en sí mismo. Agradeció el apoyo del intendente Gustavo Sastre y el sostén de su familia, “Son los que siempre están”, resaltó.
“Estoy entrenando en el Madryn Kick Boxing con mi papá y el profe Abel Germillac. Yo sigo ayudándole a mi viejo con los trabajos de herrería pero si Dios quiere, el año que viene quiero dedicarme únicamente al boxeo. Y si Dios me lo permite que me deje hacerlo hasta los 35 o 36 años”. Atrás de esa aspiración de máxima, “Jony” siente que el esfuerzo dará sus frutos y podría dar paso a una experiencia diferente, fuera del país. “Según el promotor si gano 2 peleas podría ir a entrenar con el equipo de Sebastian Fundora en EEUU. Sería mi sueño porque aunque tengo mucho por aprender, puedo darle una alegría a la Argentina”.
IT/Piñas del Sur.