Tenia 72 años y falleció tras pelear contra un cáncer. Fue el mejor juez de la Patagonia. Dirigió todas las peleas por títulos sudamericanos en la región. Si alguien sabía lo que era estar en medio de una pelea ese era Daniel Rodríguez, árbitro de boxeo de la Federación Neuquina de este deporte, quien durante meses libró su propio combate por la vida y falleció acorralado por un cáncer que lo terminó sentenciando en las tarjetas: vuelta tras vuelta, desde qué, como lo hizo tantas veces arriba del ring, salió a afrontar con el valor y la lealtad que les exigía a los contrincantes antes del campanazo inicial. Fue para muchos el mejor árbitro de la Patagonia. Su participación en numerosos festivales televisados y el hecho de haberle levantado la mano a la mayoría de los referentes del boxeo local en las últimas décadas -desde Aldo El Galán Ríos, hasta la Dinastía Godoy (Alberto, Horacio, Billi, Mauro y Gino),-testimonian su prestigio.
El mundo del boxeo local, lo recuerda con afecto, destacando su dedicación a una profesión que cultivó con esmero y pasión. Agitando las manos para decretar el “no va más” de una pelea, abalanzándose sobre un contrincante groggy ó levantándole la mano al ganador son imágenes que inundan las redes, en fotografías o en videos como testimonios del adiós.
En febrero estuvo en el festival al aire libre en Plottier, en la jornada por el título AMBAPA (Asociación de managers y boxeadores argentinos profesional y amateur). Ya había sido operado de unos nódulos en la garganta que le habían alterado un poco la voz. ”Se nos fue un gran árbitro, pero sobre todo una gran persona”, expresó Miguel Serraiotto, organizador de esa velada. Adolfo Alvarado, ex presidente de la Federación Neuquina de Box quien compartió más de tres décadas de amistad y también gestión dirigencial (fue su vicepresidente y secretario de la entidad en diferentes períodos), destacó su trayectoria y compromiso. “El presidente de la Federación Argentina, Luis Romio, se comunicó para expresar su pésame y le envió condolencias a su familia. Daniel fue el mejor árbitro de la Patagonia, es un orgullo para todos nosotros”, destacó.
“Heredó de su padre que había sido árbitro de boxeo en Villa Regina esta pasión” y agregó: “Jugó muchos años al fútbol profesional, fue docente y después se metió de lleno en el boxeo. Se perfeccionó cuando el entonces presidente de la Federación Argentina, Osvaldo Bisbal nos decía que era importante que Neuquén tuviera un árbitro nacional. El ya fallecido Oscar Seleme nos ayudó mucho y él llegó a convertirse en el mejor. Fue dos veces ternado a los premios Firpo, el galardón que distingue a los mejores en el boxeo, estuvo en festivales por títulos del mundo en Bariloche cuando Betiana Viñas perdió el título Superpluma femenino ante Claudia López, también estuvo en Caleta, Olivia, en Mendoza. Todas las peleas por títulos Sudamericanos en la Patagonia fueron arbitradas por él”, repasó Alvarado.
De sus cualidades como árbitro destacó: “Fue uno de los mejores del país por presencia, resolución y determinación para resolver y no dejarse intimidar. Su atributo más grande fue saberse todo el reglamento. Tenía también gran capacidad para capacitar y transmitir conocimientos”. Daniel Rodríguez tenía 72 años. Supo siempre de victorias épicas, de triunfos mínimos; de derrotas fulminantes o dignas porque se sucedían ante sus propios ojos. Entendía bien los códigos de pelear y dar pelea. pero a veces la mano viene cambiada y no hay vuelta atrás. La vida también se apaga, como las luces del ring, que iluminaron buena parte de sus noches.
Ricardo Galazzo/La Mañana de Neuquén.