En la historia de los Juegos Olímpicos en general, y en la de Argentina en particular, Tokio 2020 quedará grabado para siempre. Son los Juegos de la pandemia, claro, con todo lo que eso significa. Y también son los Juegos que a priori se llamaron de la Igualdad, por la pretensión del Comité Olímpico Internacional (COI) de lograr misma cantidad de participantes mujeres que hombres. En la práctica, hay muchas razones por las que Tokio 2020 también se están transformando en los Juegos de las mujeres. En este caso particular de Argentina, en su propia historia, podrá narrar esto: el 30 de julio de 2021 la cordobesa Dayana Sánchez se convirtió en la primera boxeadora del país en participar en unos Juegos Olímpicos. Abrió la puerta para que otras la sigan. El suyo fue un combate fundacional.
La mayor de las tres hermanas Sánchez, dos de ellas pugilistas, se enteró de que iba a ir a Tokio 2020 sólo con 15 días de anticipación. En realidad, quien había quedado designada algunas semanas antes había sido su hermana del medio, Leonela. Para las dos los Juegos eran el gran sueño de su vida. «Nuestro sueño es ser campeonas olímpicas», le dijeron al diario La Nación antes de los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Y ratificaron el deseo: «Tenemos que mejorar si queremos estar el año que viene en Japón, es nuestro gran anhelo». El año pasado, lo sabido: la pandemia obligó a posponer un año la cita olímpica y casi paralelamente ambas dieron positivo de doping por furosemida. Se defendieron diciendo que sólo buscaron reducir grasas y tuvieron una sanción leve, de sólo 5 meses, porque se comprobó que aquello no aumentaba el rendimiento deportivo. La sanción se cumplió el 31 de mayo, razón por la cual los Juegos volvieron a estar en el radar de ambas.
Décima en el ranking mundial y primera en el continente en 57 kilos, Leonela se vio beneficiada por la no realización del Preolímpico de América, a raíz de la pandemia y en la primera semana de junio recibió la invitación para estar en Tokio 2020. La alegría fue tremenda. Sin embargo, días después anunció que no podría estar. Fue mamá en octubre del año pasado y un tema de salud vinculado a esa situación hizo que no pudiera llegar en condiciones pese a que seguía entrenando. Seguía entrenando con Dayana, porque todo lo hacen juntas. Ante la baja, hubo un tiempo de dudas y finalmente la invitada terminó siendo… Dayana.
Así, la mayor de las tres hermanas (la menor es Tania, pero no boxea) se convirtió oficialmente en la primera argentina en estar en los Juegos Olímpicos. Se enteró sólo 15 antes que iba a ser olímpica. No le importó, porque era su sueño y a los sueños se los cumple. Por eso hasta resulta casi anecdótico lo que pasó en su debut: una de las máximas referentes del amateurismo femenino de los últimos años cayó ante la turca Esra Yildiz en los octavos de final de la división ligero. Los jueces del combate decretaron la victoria de la turca de manera unánime (5-0) con tarjetas de 30-27, 30-27, 29-28, 29-28 y 30-27. Pese al resultado, la argentina mostró su satisfacción por el hecho histórico que protagonizó. El boxeo es la disciplina que más medallas le dio a Argentina en Juegos Olímpicos, un deporte medular en la historia de este país en este tipo de citas. Que ahora suma este capítulo: tuvo a la primera mujer arriba de un ring olímpico.
Diario La Capital.