Con cara de boxeador, mirada ambiciosa y tono respetuoso, el salteño Nicolás Daniel Gutiérrez dice que el boxeo es su alimento. En su escaso 1,54 metros y sus 50 kilogramos hay una maquinaria finamente aceitada: entrena todas las mañanas en el Gabinete Metodológico del gimnasio Municipal y luego de trabajar como vendedor ambulante en el centro; se “encierra” en el sonido de las bolsas en el Alvarado Team. “Llegué a Comodoro a los 14 con mi papá (Federico) con la idea de trabajar y ayudar a mi familia. Tengo ocho hermanos y a mi mamá Débora que se quedó allá en Salta. Empecé en el kick-boxing y llegué a hacer una pelea”. El salteño que vende bolsas de residuos y medias y acepta las “changas” de pinturas que surjan, es un proyecto en ciernes y un valor que demuestra con hechos, desde sus hábitos y conducta.
Juan Eduardo Alvarado, instructor y uno de los responsables del gimnasio, se atribuye haberlo “rescatado” para prepararlo como un boxeador integral, una joya para pulir y llegar a lo máximo. Nicolás tiene 17 años y aguarda por su debut en el ring, dice no temerle a los desafíos y asumir el deporte como una oportunidad. “Sé lo importante que es el entrenamiento; me dedico por completo, tanto en lo físico como en lo técnico siento que estoy cada día mejor. Acá suelo guantear con Maizares, Antín y otros profesionales”, indicó el juvenil quien reside en el barrio Jorge Newbery pero consume largas horas en el gimnasio donde recibe ayuda alimenticia y el acompañamiento de numerosos sponsors: Adonis Barber Shop; Pollería Peniel, Estudio Jurídico Puricelli, Kiosko Mi Esquina, Maq, Estudio Mauro Fontéñez, Mega Servicios, Gym Super Conan y Burger Club. “Miro mucho boxeo. Me gusta el estilo de Mayweather; Pacquiao y también los mexicanos Erik Morales y Juan Manuel Márquez”. Al «Saltita» Gutiérrez hoy, solamente le queda calzarse los guantes porque boxeador, en esencia y por convicción, ya lo es.