Leandro Fonseca, invicto bonaerense con 9-0, terminó siendo una medida muy exigente para el chubutense José Vargas quien sufrió su segunda derrota en el campo rentado y no pudo recuperarse de su primer traspié. Fue nocaut técnico en el octavo asalto tras un monólogo del ganador quien dominó buena parte del match; desgastó a un Vargas herido y sin márgen para sorprender. Las diferencias saltaron rápidamente a la vista, con un dominador pleno de la escena; golpes lanzados con puntería y decisión y muchas dificultades para Vargas de poder desplegar su plan de pelea. Pese a la adversidad, a un achique que se tornó imposible y a una permeabilidad defensiva que le hizo el trámite cuesta arriba.
En Cutral-Có, las cosas no salieron. Porque al «Paisa» le sobró guapeza y voluntad para resistir pero no pudo «acercarse» en ninguno de los rounds. Fonseca impuso el ritmo, tiró a discreción desde todos los ángulos y sostuvo una diferencia que nunca se alteró.
A la altura del cuarto, el natural de Esquel ya sufría una inflamación y un corte cerca del párpado izquierdo que lo condicionó. Nada puede reprocharse de la decisión de un Vargas en extremo valiente y dispuesto a no darse por vencido. La pelea no cambió en cuanto a su desarrollo, porque Fonseca nunca sacó el pie del acelerador y por el contrario, más allá de alguna pausa aislada, conectó contras sólidas y varias profundas manos de anticipo. Ensangrentado y en desventaja, el médico habilitó la continuidad del púgil de Chubut, en evidente inferioridad. La pelea apenas se prolongó por algunos minutos más, con el resultado puesto y un final que se veía venir. El «Paisa» sufrió de éste modo, su segunda derrota consecutiva y la primera antes del límite quedando con registro de 7-2.