Luciano Ezequiel Uribe describe como «únicas» las sensaciones que experimentó en el momento de subirse al ring. Y reconoce haber experimentado el cansancio lógico de los interminables tres minutos para un debutante absoluto. Tiene dieciséis años y festejó la alegría de ganar por primera vez. «A mí rival no lo conocía pero lo felicito porque hicimos un peleón. Creo que a la gente le gustó. El apoyo del público me motivó. Me sentí bien y muy contento».
Uribe incursionó en el fútbol, como arquero del club Roca pero encontró en el boxeo, su verdadero espacio. «Llegué a pesar 120 kilos y decidí meterme en el gimnasio antes de la pandemia. Fui con mi vecino Leo Andrade y él me presentó a Mario Vera que es mi entrenador en la Escuela del Velódromo y me alentó para debutar. La clave no solamente fue cuidarme con la comida sino entrenarme bien».
Se dice admirador de Andy Ruiz, el heavy mexicano de aquel batacazo ante Anthony Joshua más allá de compartir la categoría. «Es un buen ejemplo de superación. Bajó muchísimo y pelea en el máximo nivel. Pega duro, es agresivo y tiene buen manejo de piernas. Es un boxeador para seguir». Nacido en Comodoro Rivadavia el 11 de marzo del 2005 plantea que boxear «es lo mejor que me pasó en la vida», marcando una dimensión de lo que implica éste deporte y su entorno
«Quiero hacer la mayor cantidad posible de peleas como amateur para después probar suerte en el profesionalismo pero mucho más adelante. Reconozco que no hay muchos rivales en mi categoría pero si es necesario bajo de peso, mi plan es llegar a pelear en 80 kilos -dio 96 en su debut- porque no solamente me gusta boxear sino también entrenar».
Vive con su madre y sus cinco hermanos en el barrio Máximo Abásolo y es hincha de River. «Mi hermano mayor Bruno también debutó la misma noche y también ganó. Empezamos juntos y arrancamos bien», resume.