Jonathan Wilson Sánchez se declara siempre listo para la acción. Concentrado en Buenos Aires desde hace más de un mes y medio, luce concentrado y enfocado en el trabajo que inició junto al team de Alejandro “Cuervo” Silva, su reciente vencedor. “Estoy con ellos y con mi viejo como siempre. Guantee y me preparé bien. Primero peleaba con Germán Peralta y me cambiaron el rival sobre la hora porque aparentemente se lastimó el dedo”.
El cambio sobre la marcha parece no alterarle los planes al natural de Puerto Madryn que quiere cerrar la temporada con un triunfo y quizás hasta con una pelea más antes del brindis. “Ganando podría estar cerrando una más y terminaría contento de poder hacer cuatro peleas éste año”. En cuanto a su momento deportivo, el “Chúcaro” dice haber encontrado el rendimiento y la motivación. “Me siento en el mejor momento, mucho más disciplinado; maduro y fuerte. Ya no soy el pibito y ya tengo 28”, reconoce.
Además siente que pelear en el exterior debe trascender el simple motivo económico. “Yo tengo muchos propuestas para ir afuera pero quiero ir despacio. Muchos se apuran en salir a pelear al exterior y se terminan lastimando la carrera pronto. El año que viene creo que recién estaré para salir del país”. Sánchez irá frente a Ezequiel Romero (11-13-1, con 5) con la consigna de reencontrarse con el triunfo y hasta con una definición rápida. “Mis manos son pesadas y si siente una mano no lo voy a perdonar. Siempre he peleado con el que me pusieron porque yo no elijo el rival. El promotor me pone el que quiera y yo solo salgo hacer mi trabajo que es boxear”, cuenta Sánchez quien hace siete meses no combate. “Peralta medía 1,84 era alto, fuerte y difícil. Habíamos hecho un trabajo bien específico para ésta pelea. El cambio no hace nada si uno está con la mente ganadora”, concluyó.