Cuando era apenas un boxeador jóven y en proceso de despegue, Fernando Daniel Martínez peleó en Comodoro Rivadavia. Fue una de las figuras en el Campeonato Nacional Juvenil que se realizó en instalaciones del Club La Fábrica, en el barrio Industrial en el año 2009. Rápidamente, Martínez se erigió en una de las figuras sobresalientes de éste torneo que por primera y única vez se llevó a cabo en la ciudad. El bonaerense mostró por entonces un nivel superlativo que adelantaba su futuro.
En su debut, GRSC en apenas 50 segundos a Yonatan Velázquez de Santa Cruz y disputó la primera final del torneo (51 kilos) venciendo en fallo unánime tras cuatro rounds a Lucas Fernández de Santa Fe imponiendo su ritmo. Tenía 17 años, representaba al gimnasio Suter de San Telmo pero ya tenía más de 32 peleas incluyendo una participación en el Campeonato Mundial de Guadalajara además de ser parte del equipo nacional en el CeNARD.
En el Nacional de La Fábrica, Chubut tuvo cuatro campeones: el esquelense Juan Castillo; Maximiliano Saldivia y los hermanos de Puerto Madryn, Jonathan y Emanuel Zárate. Combatieron promesas que hoy son fondistas profesionales como Juan Carrasco (le ganó la final pluma a Brian Cháves); el rionegrino Saúl Huenchul y el rosarino radicado en Comodoro, Sebastián Ezequiel Aguirre quien no llegó a combatir por una diferencia reglamentaria.
Martínez, el “Puma” (30 años y representado por Marcos Maidana) cumplió lo que prometía en el ring y consiguió uno de los triunfos más rutilantes del boxeo argentino en los últimos años. Superó al duro filipino Jerwin Ancajas y conquistó el título de campéon del mundo supermosca en la versión de la Federación Internacional de Boxeo. Un triunfazo para el representante de Avellaneda, profesional desde el 2017 y previamente representante olímpico en los Juegos de Río 2016. Comodoro fue testigo.