Era el rival elegido, era el plan y también la oportunidad. Mauro Corbalán no dejó escapar ninguna chance y por el contrario, no le dio opciones a José “Chinito” Acevedo en Pérez, Santa Fe. “Por suerte las cosas se dieron como las habíamos proyectado. Vimos a Acevedo muchas veces y sabíamos que venía, que había que esperarlo”, cuenta la “Bestia” ya de regreso a Rawson.
“Hacía tres o cuatro meses que veníamos trabajando; salió ésta pelea y por supuesto, la aceptamos. No dejamos pasar la oportunidad. Volvimos contra una figura, un ex campeón con mucha experiencia y mucha trayectoria”.
Tras el nocaut técnico dos, Mauro Corbalán reconoce haber dado un “paso grande” por el nombre del rival, porque se dio la ventana televisiva que siempre es necesaria y ahora la motivación quedó por las nubes. “Le ganamos a un campeón que venía muy bien. Además pudimos mostrarnos y sumar un resultado. Ojalá hayamos gustado”, reconoce Corbalán.
Raúl Ducid, su rincón, reconoce que Acevedo “era el rival que Mauro quería” y que el análisis previo determinaba que el cross zurdo era la llave. “Veíamos que es potente pero que siempre viene abierto. Era permeable a ese golpe” dijo sobre el “secreto” bien aplicado en el ring.
Mauro volvió a lo grande, sosteniendo su invicto y encontrando el estímulo para seguir transitando su paso por el boxeo profesional. De hecho, ya tiene fecha asignada el 3 de junio para volver a presentarse en el “Héroes de Malvinas” de Playa Unión ante un rival a designar.
El entrenamiento ya se retomó en el Club de Boxeo Rawson, un comodato que se renueva en favor del deporte por disposición de José Arrechea de la empresa Áridos Fontana con los agradecimientos de siempre. “A Pablo Córdoba y Bruno Triviño y a todos los compañeros del gimnasio. También a Patagonia Brokers de Seguros que nos dio una mano con el traslado”.