Nada fácil. Ariel Leonel López pudo respirar con alivio al final de la lectura de las tarjetas y asegurar de éste modo, su segundo éxito como boxeador profesional. Resultó como se preveía la batalla ante Enzo Sánchez, quien debutó como profesional en su tercer disciplina simultánea y demostró recursos y capacidad técnica que condicionaron al comodorense. Es que el “Morito” no gozó de muchas libertades para trabajar. Debió descifrar el boxeo largo y peligroso que planteaba el pupilo de Mario Narváes y a pesar de “tirar” en mayor proporción, nunca pareció ejercer un control pleno.
López acertó en ataque y Sánchez devolvió cada embestida con un jabeo incisivo que anexado a la velocidad, lo tornaba peligroso. Cuando se propuso achicar, en las ocasiones que impuso la distancia fue el representante del Club Comodoro el que logró sumar con un mayor efecto visual.
El cuarto pareció ser el round más claro para López en coincidencia con una pausa marcada en el ritmo del visitante quien no obstante logró “cerrar” mejor el parcial. Se hizo evidente el desgaste “forzado” por la distancia, los seis se convirtieron en un peso para el “Morito” quien llegó a ésta instancia con un ojo inflamado y piernas al límite frente a un rival que parecía crecer y generaba alguna incomodidad por sus desplazamientos.
Al final lo justificó López. Dos derechas encendieron el último asalto y le dieron quizás el oxígeno que desde lo físico, no parecía tener. En ese último tramo encontró el premio y la mayor consideración de los jurados: doble 59-55 y 59-56 le terminaron dando el triunfo por puntos. Con aprendizaje y el esfuerzo que demandó un rival de sólido debut y gran futuro.