Casi cerca de la campana, a falta de segundos; el boliviano radicado en Rawson, Carlos Rodríguez Ramos (52,30) pudo asegurarse el triunfo en Río Gallegos. Un guapo y voluntarioso Franco David Williams (mismo peso) estuvo a casi nada de llevarlo a las tarjetas, planteándole una pelea de largo aliento y en el que el «Mágico» debió apelar a todos sus recursos ofensivos. Es que Williams, con menos capacidad aeróbica y entrenamiento al límite, se le plantó, desafiando a la lógica misma.
Recibiendo pero devolviendo casi siempre de contra; plantado en el centro del ring y ganándose en inferioridad, la simpatía del pùblico, el representante del gimnasio INTA logró meterse en pelea, sacando al del Altiplano de su zona de confort. Rodríguez Ramos desbordó sin definir, desgastó al rival que se mantuvo en pie y pudo ejecutar su mejor tramo de pelea en el final donde la acumulación hizo lo suyo.
No fue casualidad que el operativo resistencia de Williams llegara hasta el sexto. Es que el de Trelew, con Raúl Montesino en su esquina, parecía sostenerse en pie a pesar del castigo queriendo hacer trabajar a los jurados. Cuando se cumplían 2m36, el árbitro José Tenorio intervino con una cuenta y observando la condición de Williams (ahora 0-4 como profesional), optó por el «no va más» cerca, muy cerca de la última campana.
Quizás ahí estuvo la sensación de que la derrota por puntos hubiera sido un premio a su coraje. Rodríguez (4-3) se afirma, sigue invicto en la región y muestra sustento para creer en sus condiciones: por momentos boxea con profundidad, ataca; maneja los tiempos y no pierde el control, apuntando sin vueltas al objetivo.