Para Eric Isaac Encina el boxeo es un camino, una manera de salir y de lidiar contra todo. A los 26 años reconoce que comenzó “tarde” en la actividad pero no deja de perder de vista el objetivo. Detrás hay una historia para compartir y un sueño deportivo que dependerá de él y de su propio destino.
“Cuando perdí a mi mamá me dediqué de lleno al boxeo, estuve totalmente enfocado en entrenar y pelear”, reconoce el peleador que lleva los colores de Huracán y es vecino del barrio Ñaco. “Lo que quiero es mejorar día a día, eso es lo que me propongo. Quizás no haya empezado temprano pero eso no impide que llegue hasta lo más alto. Decidí ponerme la mochila de mi familia encima y trabajo y entreno por ellos”.
Encina lleva cuatro peleas realizadas; debutó en el 2022 y solamente tiene una derrota. Las tres peleas restantes las ganó por la vía rápida, un indicativo de lo que “El Terrible” es capaz de proponer en el ring. “El gimnasio es como mi casa. Inclusive cuando no entreno; tengo que ir a tomar mate con los compañeros y a ayudar. Hay sacrificio, hay sudor y hay una compañía”.
Encina reconoce tener el “bolso en el auto” como una norma además de cumplir con todas sus obligaciones. “Trabajo en una metalúrgica y me reparto entre eso; el entrenamiento; correr a la mañana, buscar a mi señora en el trabajo y atender a mi familia”.
Apunta al profesionalismo y se reconoce como un fanático del fútbol con un paso interesante por el “Globo” donde jugó como doble cinco en inferiores y Reserva y estuvo muy cerca de jugar en Primera. “A veces entreno con Ariel López, es un gran talento y es un gran profesional al que miramos como un modelo a seguir”.
Con el apoyo del Sindicato Petrolero, con Matías “Huevo” Torá en su rincón y el apoyo de su familia, su pareja Leila y su hija Sharon (“y un nuevo integrante dentro de poco…” agregó), Eric Encina se reconoce “humilde, pasivo y muy tratable” con la misión de entregar todo a la hora de las piñas. “Gane o pierda siempre quiero bajarme del ring con una sonrisa”.