Pablo Jesús Rojas, desde Puerto Madryn llegó a Filadelfia para subir las famosas escaleras de Rocky Balboa en el Museo de Arte y para darle forma al sueño de muchos boxeadores: pelear en el exterior, probarse en el máximo nivel y ganarse la oportunidad. El “Zurdo” peleó con dos invictos estadounidense y en ambos casos, siente haber cumplido con resultados previsibles siendo visitante.
Martín Saldana (14-0) fue el primero en el Commerce Casino y casi un mes después, llegó el segundo exámen contra Gian Garrido (9-0) en la Arena 2.300. “En las dos me fue bien, pude hacer buenas peleas a pesar de la desventaja de ser visitante y de que los rivales tenían mejor récord que yo, lo peleamos de igual a igual”, reconoció Rojas quien en los próximos días visitará a su familia en Puerto Madryn. Satisfecho por el aprendizaje, resaltó lo hecho en lo boxístico con la ayuda de su propia fe. “Siempre digo que arriba del ring quizás es uno contra uno pero yo llevo ventaja porque cuento con la ayuda de Dios”.
“En ambas peleas –dijo el púgil radicado en La Plata- pesó la localía en las tarjetas. Para mí no eran peleas perdidas a lo sumo un empate pero soy conciente que el local siempre lleva las de ganar”. Rojas aspira a hacer carrera en todos los frentes, en el país y en el exterior, donde se abrieron puertas y opciones. “Mis planes son poder hacer carrera tanto en Argentina como en Estados Unidos Y llegar tan lejos como me sea posible. Vivir acá y viajar para las peleas”, indicó en diálogo con PdS.
El viaje a EEUU surgió a través de contactos propios y externos. “Teniendo la visa es más fácil poder conseguir peleas afuera. La primera me la consiguió Mauro “Pini” Garcia y la otra, fue por intermedio de “Pileta” Gómez Maidana, el primo del “Chino”. Para mí todo es experiencia”.
En cuanto al balance de sus dos primeras incursiones en Estado Unidos sostuvo: “Me medí con boxeadores de otro nivel, de experiencia y eso te da más seguridad a la hora de subir al ring” y a falta de sponsors, agradeció el acompañamiento de su familia y su equipo de colaboradores directos. “Solamente somos mi equipo y yo”.