Una pelea entre invictos, entre profesionales que por su camino han venido acumulando resultados y con distintos estilos para desplegar en el ring, no es algo que ocurra seguido en éstos tiempos del boxeo argentino. Sin dudas a la pelea entre el comodorense Ariel López y el neuquino Guillermo Gutiérrez bien le cabe una transmisión nacional a la altura de una fecha FAB. Pero será en el Complejo “Ingeniero Knudsen” de la ciudad de Caleta Olivia y seguramente sin el despliegue mediático que mereciera.
López y Gutiérrez prometen un peleón. Y es el “Lobo” de San Martín de los Andes quien reconoce que está ante su gran noche, la de la oportunidad.
“Tengo 35 años y arranqué de grande, viví mucho tiempo en Chubut y arranqué con el Pampa Ducid. Estuve un tiempo entrenando por allá hasta que me volví a San Martín. Entrené solo y con los pasos de los años, mejoré mi forma de trabajar junto a Gabriel Poblete”, admite Gutiérrez quien describe que cuesta “pulir detalles” aunque compensa con su propia sobreexigencia. “Por la zona en la que vivimos tenemos limitaciones. En San Martín soy el único profesional y para guantear tengo que hacer mínimo trescientos kilómetros y coordinar todo con antelación”.
En cuanto a su marcha ascendente en el profesionalismo, asume que el nocaut es una circunstancia y no determina un estilo. “No me considero un noqueador, no podría confiarme solamente en mi mano y nunca me ví de esa manera. Mis tres peleas fueron buenas y calculo que ahora vienen las más difíciles, sobre todo la próxima. Mido 1,64 no tengo altura y muchas veces pelee sin hacer un solo guanteo”. Respecto a Ariel López reconoció no haber buscado información, ni videos que le permitan diagramar un plan. “Me gusta improvisar y resolver en el momento. Eso me permite llegar mucho más tranquilo, quizás esté mal. Quizás lo haga y busque sus peleas o quizás no. He leído comentarios que está visto como el mejor boxeador de la Patagonia. Yo voy a pelear con el mejor porque no hay nada como ganar o perder con los mejores”.
Gutiérrez lleva 3 peleas realizadas como rentado con un registro para considerar: ganó las 3 antes del límite. Debutó noqueando al barilochense Facundo Masmas; sorprendió sacando del ring a Maximiliano Chaparro, el hijo de “La Tigresa” y en abril pasado superó por nocaut técnico 3 a Federico Vega.
“Mi sueño –sostuvo Gutiérrez- sería pelear por un título argentino. Soy conciente que estoy muy lejos todavía pero hay que luchar por esto, paso a paso. Hoy estoy mentalizado en la pelea de junio y no quiero anticiparme. Quiero ir y dar una buena pelea y espero que salga un lindo combate”.
Nacido y criado en San Martín de los Andes, vecino del barrio Parque Sur, Gutiérrez trabaja como Auxiliar en la EPET 12 y es ayudante en un taller mecánico. Con la fórmula de “amigos-sponsors” lamenta que San Martín de los Andes nunca se realizó un evento profesional por una ordenanza que prohíbe la actividad. “Queremos voltear esa ordenanza. Hemos presentado proyectos y haciendo un trabajo serio”. Y menciona a Pablo Castillo y Mario Calderón como los únicos boxeadores genuinos de su localidad. “Representé muchos años a Picún Leufú es como mi segunda casa y me dio una mano enorme. Yo andaba medio solo y boyando hasta que logré hacer mi actual equipo de trabajo”, dice sobre una plaza cercana y en la que ha realizó dos de sus tres peleas profesionales.