Ariel López reconoce que Guillermo Gutiérrez lo complicó por su condición de zurdo aunque no lo ubicó entre sus peleas más difíciles. “Las peleas con Mansilla y con Sánchez fueron más duras que ésta. Me sorprendió con una mano, entró de lleno y me sentó pero pude recuperarme y terminé metiendo en el ring, todo el trabajo que hicimos”, asumió el invicto comodorense.
“Guanteé con los amateurs del gimnasio que se plantaban como zurdos para poder imitarlo al rival. Quizás también falta otro nivel de spárring aunque les agradezco a los chicos que me ayudaron”. El “Morito” aclaró que la discusión original por el peso, no alteró sus planes. “Me dijeron que tenía que dar mediano y lo hice pero después me dijeron que se había arreglado en 71 kilos y yo no sabía nada. Hasta que tomaron la decisión de agarrar la pelea, yo estaba dispuesto a no pelear y es más, hubiera llegado más preparado a la próxima”.
Reconoce que la experiencia “suma” y que hubo errores propios que complicaron su tarea. “Lo bueno es que se peleó y salió muy buena. Hubo muchos errores en la defensa, en la guardia y otras cosas que iremos tratando de corregir. Estas son las peleas que necesitamos, hay que descansar y después veremos si nos sentamos a hablar para una nueva pelea”, dijo López.
“LA GANAMOS EN LA BALANZA”
Guillermo Gutiérrez se sintió satisfecho con la actuación y a pesar del resultado adverso, asume haber cumplido una tarea destacada. “Me noqueó bien, fue buena la pelea y bueno el rival, dimos un gran espectáculo. Se cumplió con el objetivo y al margen del resultado, me voy muy contento” dijo el peleador de San Martín de los Andes. “Lo hicimos tocar la lona y no ví conteo del árbitro. Me pisó mucho y hubo golpes en la nuca pero ya está. Reconforme con mi trabajo y el de él, que tiene un gran nivel de boxeo. Era la primera vez que hacía seis rounds”.
Para el “Lobo” el kilaje jugó un factor clave: “La ganamos en la balanza temprano y después dimos ventaja. Siempre nos pasa lo mismo, nosotros cumplimos y a nosotros no nos cumplen. Estaba pautado un peso y no se dio pero no importa. Aceptamos la pelea porque nos sentíamos preparados para enfrentar a quien sea y dónde sea”.
Y al final dejó abierta la puerta de una revancha. “Peleo donde sea. No necesito estar de local para dar un buen espectáculo. Nunca fui local y no voy a querer serlo ahora. El que demuestra que es bueno, no importa el lugar. Es más lindo pelear con las adversidades porque cuando te subestiman es más interesante”, finalizó.