Oscar Ezequiel Mansilla tiene alma de boxeador y dice invertir cada minuto libre en el entrenamiento. A pocas horas de una pelea que podría condicionar su futuro, confía en mostrar su mejor versión. “Va a ser una pelea muy buena y entretenida. Yo estoy con toda la fe para alcanzar un buen resultado y pienso dejar todo. Estoy mucho más entrenado y pienso que voy a estar inclusive mejor que contra López”, cuenta Mansilla referenciando la última pelea que estuvo cerca de ser un quiebre en su carrera. Es que desplegó un plan estratégico que se cumplió a la perfección, inclusive sufriendo una caída que no lo sacó nunca del objetivo. “Esa vez había entrenado dos horas por día o menos. Hubo mucho de estrategia porque fui a hacer un trabajo cerebral, pensante y buscando la forma de contragolpear para sumar, usando la cabeza en todo momento”.
“Una revancha con Lopez?. Tendríamos que ver qué pasa con ésta pelea, definir bien y evaluar si es posible y si dan los tiempos. Ahora que puedo entrenar un poco más podría dar una mejor pelea de la que ya di contra él”.
“Le pido a la gente que vaya y disfrute del boxeo, habrá lindas peleas amateurs y buenas promesas para ver. Los pibes dan todo en cada entrenamiento igual que nosotros los profesionales que estamos a full”. (Ezequiel Mansilla).
El plan Lemos parece tener otro pizarrón, una llave distinta. “Con un mejor entrenamiento estaré mucho mejor, voy a poder rendir más en cada round desde lo físico; tengo más aire y voy a poder estar más activo y tirar mucho más golpes”.
“Esta es la pelea –asume- porque un resultado positivo me permitirá seguir con mi carrera de boxeador. Siento que tengo mucho por dar y recién tengo 26 años. Quiero seguir boxeando y no quiero dejar, en algún momento se me había cruzado la idea de dejar pero todavía tengo tiempo, soy jóven y quiero aprovechar para hacer más peleas. Siempre hay tiempo para entrenar y hacer lo que a uno le gusta”, define el peleador que reside en el barrio San Cayetano y trabaja como repositor en un supermercado. “El horario es rotativo y como estoy cerca del gimnasio, me permite entrenar” dice Vera, padre de una hija de tres años y profesional “bien de barrio” formado desde el amateurismo por su padre, Mario, otro “laburante” del boxeo dispuesto a crecer. “Le agradezco a mi vieja, a mis compañeros de gimnasio y a mi mujer por ayudarme con la alimentación para llegar bien y estar fuerte”.