Como en los mejores tiempos del “Roña” Castro, tiene el pelo enrulado; los rasgos morenos, mirada asesina y manos picantes. Todo lo lleva a una comparación que no parece gustarle. Sin embargo, Lautaro “Cata” Ramallo se ha convertido en el amateur del momento.
El representante de la Escuela del Máximo Abásolo ha sorteado todos los obstáculos: un torneo “Guantes de Oro” en San Julián; un triunfo indiscutido ante el dominicano Angel Correa y presencia en la mayoría de los festivales de la región. Su estilo propone adrenalina. Su perfil zurdo lo potencia a la hora de avanzar y buscar el ángulo correcto; es veloz, pega y aguanta. Además se hace difícil de contener cuando logra el achique y se planta a pie firme, decidido y dispuesto. Hasta ahora, el “Cata” no ha pasado sobresaltos y cuando fue necesario, demostró mentón y determinación. “Creo que éste deporte lo llevo en la sangre ya que los tíos de mi madre eran boxeadores”, dijo Ramallo quien nació el 10 de febrero del 2005 en San Fernando del Valle de Catamarca pero vive en Comodoro desde su infancia. “Empecé a boxear por unos compañeros de la escuela que me recomendaban que vaya a entrenar con ellos”.
El «Cata» se toma las cosas en serio. Entrena de lunes a viernes con una disciplina propia de un profesional; suele correr horas después de sus peleas y asimila cada pequeña enseñanza en la humilde escuela que dirige Alfredo “Pantera” Carrizo. Ahí parece estar el único secreto. “Quiero llegar a profesional si Dios quiere. Me gustaría ser la motivación de varias personas para que vean con trabajo, esfuerzo y dedicación se puede salir desde abajo. Me veo en el futuro luchando por mis metas y sueños”, propone.
Ramallo vive en el barrio San Martín y asiste con presencia perfecta al espacio identificado como “Team Mamadera”, un gimnasio barrial que capta el entusiasmo de jóvenes, dispuestos a aprender a boxear y a prepararse físicamente. “El entrenamiento tiene un lugar importante en mi vida; me gusta estar siempre preparado para cada combate y brindarle a la gente el espectáculo”. Respecto a su postura de ring, Ramallo se autodescribe como “aguerrido” y siempre dispuesto a darle a la gente, lo que la gente quiere ver. Atrás quedó su buen paso por el fútbol en el equipo «Guardianes del Ceferino» en el Polideportivo del barrio La Floresta. «Me decían Pelé porque era morocho y se ve que jugaba bastante bien», agrega.
«Siento un gran respeto por el «Roña» Castro y por todo lo que ha logrado en su carrera boxística. Me siento halagado que me comparen con él pero siento que para merecer esto, no solamente tengo que lograr o incluso superar todo lo que Castro ha hecho», explica el «Cata» Ramallo sobre su parecido físico y boxístico con el caletense ex campeón del mundo.
“Siento que todas mis peleas han sido buenas pero si tengo que elegir, diría que fueron la que gané mi primer título y también, la última que hice acá ante Correa. Creo que los dos hicimos una gran pelea”. En números su paso es meteórico: lleva 8 peleas ganadas, con 5 antes del límite, ganó por ésta vía las primeras 3 y las últimas 2 y ya se mostró en Caleta Olivia; San Julián, Río Gallegos y Gobernador Gregores.
“Todavía siento que no me reconoce la gente porque recién estoy comenzando en el boxeo. Ojalá que con el pasar del tiempo, me vayan conociendo un poco más. Por ahora los que me van a ver pelear son compañeros de gimnasio, amigos y familiares”, agregó Ramallo quien cursa el último año del secundario en la Escuela 797 con orientación a la educación física. Tiene siete hermanos, cuatro mujeres y tres varones que residen entre Catamarca y La Rioja además de un total de trece sobrinos. «En Comodoro solamente vive una hermana», finalizó.