El apellido Noria quiere sonar fuerte en Caleta Olivia. El “Cubano” representa al nuevo tiempo boxístico en la ciudad del Gorosito. “Me siento bien, vengo entrenando duro porque la pelea primero estaba pautada para el primero de diciembre. No paramos hasta ahora”, cuenta el profesional que volverá éste viernes al Complejo Deportivo “Ingeniero Knudsen”enfrentando al rionegrino Lázaro Escobar.
A ésta altura de su carrera, todo implica niveles de dificultad. “Siempre será difícil. Uno nunca puede saber lo que proponga un rival que pueda ser, malo o bueno y tenga el récord que tenga, negativo o positivo” plantea Noria. “Los rivales que me han tocado tenían más peleas que yo y tenían más experiencia. Todo es nuevo para mí y me sirve para encarar todo tipo de peleas. Iremos a seis rounds, será más largo y creo que será una linda pelea”.
El esfuerzo no solamente tiene que ver con un trajín a veces silencioso, las dietas y privaciones sino con las obligaciones de mantener los trabajos paralelos. “Tengo una cantidad de trabajos que tengo durante gran parte del día, me dejan poco tiempo para entrenar y estar con mi familia. Sé que es sacrificado pero igual cuesta”.
Con su rival bajo la lupa adelanta: “Vi una peleas de él, las dos que hizo. Va al frente, es metedor y viene con el mismo récord que yo. Saldrá una muy buena pelea”.
Noria tiene la ambición de pelear por un título argentino y convertirse en uno más de la lista de ilustres en Caleta Olivia. “Un título argentino es lo que más quiero para dejar marcado que en Caleta Olivia el apellido Noria y mi apodo pisan fuerte. En un año no se va a hacer, me gustaría muchísimo, lo que quiero es pelear por un título argentino”, repitió.
“Con todo lo que pasé en los últimos meses y el esfuerzo que hice, será una alegría enorme para mí y para mi familia y amigos que ayudan”. Y en cuanto a su poder de convocatoria en “su” Caleta, reconoce afectos cercanos; chicos de la escuela en donde trabaja y amigos silenciosos que siempre están. “Los chicos de la escuela en la que trabajo, siempre me preguntan cuándo y dónde peleo. Hay gente grande que también está ayudando, el apoyo que nos dan nos hacen demostrar que con sacrificio, salimos a ganar en el ring. No siento que sean muchos pero con lo poco que hay, ya me siento muy contento”.
“Le agradezco a mi amigo Julio que me ayuda sin que yo le haya preguntado; a Fabricio que me consigue aguas con sales y a Gustavo Quiroga que me ayuda muchísimo desde que supo que soy hincha del club Catamarca. Él sabe cómo es la vida de un boxeador y por eso nos ha dado una gran mano en poco tiempo; Mauricio Moreno siempre ayuda al boxeador que lo necesita y Heraldo Nanni que siempre está y nos invita a comer. Daniel (Chazarreta, su entrenador) se sacrifica más que nadie. Va de acá para allá caminando. Todo lo que uno piensa que no se puede hacer, él lo hace. Sea grande o chica, cada apoyo y acompañamiento, siempre voy a agradecer y trataré de regalarles un triunfo en cada pelea. También le agradezco al Vasco (Arisnabarreta) porque sin él yo no pelearía en ningún lado. Gracias a él puedo seguir peleando y los boxeadores de mi Escuela recibimos de su parte, una gran mano”.