Así se refirió el entrenador Iván Díaz Pequeño a su pupila trelewense, que el viernes pasado concretó con éxito su debut profesional en la ciudad chilena de Valdivia, con un triunfo en fallo dividido al cabo de cuatro rounds sobre la también debutante local, Genoveva Candia. A fines de abril concretará su segunda contienda, pero en el país y en su natural peso mosca. Hablar del boxeo cubano y de sus entrenadores es hablar de jerarquía, respeto y palabra mayor. Omar Narváez, el campeón récord en defensas, le debe gran parte de su éxito al gran maestro Sarvelio Fuentes, aquel que lo forjó como amateur en el seleccionado argentino y lo hizo brillar en diferentes lugares del mundo.
Chubut también ha experimentado y sigue experimentando con entrenadores cubanos, no sólo en boxeo. El mismo Iván Díaz debió contener algunas lágrimas cuando se le mencionó a su fallecido amigo, Miguel Subarnava Fava, recordado entrenador de atletismo, especialista en lanzadores, en Trelew, con quien cursó los estudios universitarios en La Habana. Antes de hablar de Karen, en su visita a los estudios de Cadena Tiempo, el profesor caribeño hizo un repaso de su derrotero en Argentina, desde su llegada a seis años. Y sobre el final reveló que la todavía vigente Claudia López, a quien Karen intentará seguir sus pasos, tendrá una nueva chance internacional en Canadá.
“Por una invitación especial pude venir a Comodoro, donde estuve un año. Y gracias a Dios que se nos abrieron las puertas aquí en Trelew gracias al amigo Franklin Aldama (el otro entrenador cubano de boxeo que vino junto al púgil William Scull), nos juntamos acá y empezamos a trabajar en diferentes gimnasios: primero fue Dream Box, pero luego pasamos por Kempo y Decatlón y hoy estamos en Puño de Roca, hoy somos la cabeza del boxeo cubano en ese lugar, aunque seguimos trabajando en el gimnasio Municipal”, señaló Díaz.
PASADO DE BOXEADOR
“En Cuba generalmente casi todo el mundo es profesional y si nos dedicamos a un deporte desde niño se sigue una misma línea hasta que nos retiramos. Me dediqué al boxeo desde los 9 años, hice 266 peleas amateurs, era el quinto y sexto hombre de mi país, pero nunca salí de Cuba, aunque sí participé en torneos internacionales. Tuve 200 peleas ganadas y 66 perdidas, pero siempre me tocaba pelear con campeones olímpicos, panamericanos o mundiales y las tenías que hacer sí o sí, pero ganaba mucha experiencia que te motivaba, porque no perdía con cualquiera” analizó sobre su pasado boxístico. “Yo peleaba en 48, y después en 56 kilos, en la misma provincia donde estaba era muy difícil estar en el equipo, eran todos muy buenos. Ahí en una escuela, la ESPA, salíamos del bachillerato –el secundario de aquí en Argentina- y estábamos obligados a la carrera universitaria, y como tu vida había sido el deporte la mejor opción era seguir ese camino. Estuve seis años estudiando la licenciatura en deporte y cinco años más haciendo la maestría en actividad física, fueron once años en total”, precisó.
“Es muy difícil Cuba en todo sentido, pero sobre todo por los resultados que habíamos logrado. En mi provincia estábamos en el onceno (undécimo) lugar en boxeo, pero cuando empezamos a trabajar juntos con Franklin (Aldama), remontamos al segundo lugar a nivel nacional en todas las categorías, 13, 14 años, Juveniles y Mayores. Y en la Mayor es de la selección nacional, a la que logramos incorporar seis boxeadores. Entonces creíamos que ya teníamos que salir de Cuba para seguir experimentando otras cosas, principalmente el boxeo profesional”, fundamentó Díaz. “Trajimos a William Scull, que ahora está radicado en Alemania y después a Lenier Peró, de peso completo, que ahora está viviendo en Estados Unidos”, recordó sobre su llegada al país.
FORJADA AL ESTILO CUBANA
Ya de lleno en el análisis sobre su pupila, a quien excusó por no haber podido participar de la nota por un turno con el odontólogo, Iván Díaz indicó que “Karen Almendra es una alumna que lleva conmigo cuatro años. Es una boxeadora que genera inspiración para todos los que están alrededor de ella. Empezó conmigo a hacer boxeo recreativo en Kempo, lunes, miércoles y viernes de 9 a 11 de la noche. Le gustaba mucho el manopleo, siempre pedía hacer manoplas”.
“Un día le dije que si quería hacer manoplas íbamos a dedicarnos al boxeo competitivo, que todos los días a tal hora iba a entrenar conmigo, y se enganchó con eso. Empezamos de cero, aunque venía con una base de kick boxing”, recordó.
“Lo bueno que tiene esa chica, que ella debutó con una rival que ya tenía cinco, seis peleas y siempre fue visitante. Esa pelea del debut la empató y siempre le dije que iba a boxear con quien sea, así la rival tuviera 20, 30 o 50 peleas. Aquí el sistema busca paridad, pero a mí no me gusta, me gustan los retos imposibles”, ponderó.
“La segunda pelea la hizo con Mika Torres y la perdió 1-2 (fallo dividido), muy linda pelea, después decidimos irnos a otros lugares, en Comodoro ganó dos peleas, también en Playa Unión y de ahí nos fuimos a Buenos Aires”, contó Díaz.
“Participó de un Campus de Entrenamiento con el Chino Maidana durante un mes, hacíamos guanteo martes, jueves y sábado, ella y cinco alumnos más. Hizo un guanteo con una campeona mundial de kick boxing, aunque ella no lo sabía, le dio tremenda leña y cuando terminé le dijimos que era una campeona mundial, se asustó, pero había lucido muy bien. Y seguimos experimentando con boxeadoras de mayor recorrido”, remarcó el entrenador.
UN RÁPIDO DEBUT PROFESIONAL
“Karen tenía ocho peleas amateur con cuatro empates, dos ganadas y dos perdidas y con ese récord ya le aprobaron la licencia profesional. Tiene 22 años (nació el 5 de noviembre de 2001 en Trelew) y es mamá de un niño (Agustín de 7 años), domina las tres distancias, la medida, la corta, sale a la arga, es una boxeadora cubana, estilista”, elogió Díaz.
“Cuando nos plantearon la pelea, el promotor me dijo que tenía que hacerla en peso Pluma, le dije que no porque Karen es mosca o súpermosca”, reveló. “El objetivo era dar el paso al profesionalismo, pero el riesgo era muy grande para todos, sobre todo para ella y para mí. Igual estudiamos a todas las rivales, y cuando me pasaron los videos de la chilena, la llamé a Karen y le dije que se podía ganar si hacíamos determinadas cosas, eran debutantes las dos”, expuso el cubano.
“Ella es muy obediente, tiene todo, ojalá todos los boxeadores fueran como Karen. Guanteamos con rivales mucho más altas y fuertes que ella. Le dije que si había aguantado esos guanteos, íbamos a ganar sí o sí. Fuimos a Rawson y nos fue bien, lo mismo en Dolavon y con las chicas de Mauro Narváez, incluso con Soledad Matthysse, se aguantó a todo el mundo”, enfatizó.
HASTA LA FRONTERA
“La historia se complicó con mi visa para ir a Chile, dos días antes del viaje el promotor me dijo que era probable que yo no pudiera ingresar, entonces se lo comenté a Karen y ella me dijo que no iba a pelear, sola en el rincón, debutando de visitante, que no iba a ir”, relató Díaz sobre una de las circunstancias especiales del debut.
“Le confirmé al promotor que igual íbamos a ir, cuando llegamos a la frontera de Chile, hablé con Karen y le dije que tenía que seguir, iban otros dos entrenadores y otro chico de Esquel que peleaba, nos abrazamos y le recalqué que hiciera lo mejor de sí, se montó en el colectivo y siguió para Chile, era miércoles, el jueves era el pesaje y el viernes peleaba”, describió Díaz Pequeño. “Yo me volví a Bariloche, me quedé esa noche, pero tuve que viajar porque tenía un festival de MMA acá en Trelew”, agregó.
PERSONALIDAD, ESTILO Y SOLVENCIA
“Hablé con ella por teléfono y le dije que como eran visitantes tenían que ir para adelante todo el tiempo. Pero Karen sabe entrar y salir, te mete cuatro piñazos y sale rápido. Y al final ganó 2-1, en fallo dividido, dos jueces la vieron ganar y otro perder. Siendo mosca, debutó ante una rival de peso pluma”, evaluó Díaz sobre la contienda.
En efecto, Almendra dominó los cuatro rounds, sometió a Candia en la corta distancia con mucha velocidad y precisión, absorbió el castigo de una rival con mayor potencia por su peso natural y demostró un impecable estado físico, en un combate muy intenso que abrió la cartelera en el Coliseo Antonio Arzumendi Riveros. Dos jurados dieron ganadora a Almendra por 39-37, y por el contrario, el segundo fallo dio la misma puntuación, pero a favor de la chilena.
“Al regreso hablamos cuando venía en el colectivo y me dijo que no sentía nada, pero al día siguiente le dolía todo. Igual venimos trabajando mucho en psicología deportiva, siempre le pido que se olvide de todo y se concentre en la pelea, en lo que dice el rincón, que se olvide del público”, recalcó Díaz.
En la cartelera hubo otro chubutense vencedor, el esquelense José «El Paisa» Vargas, quien se impuso al chileno Matías Vargas por nocaut en el quinto round. “A finales de abril vamos a hacer la segunda, pero en peso Mosca. Tenemos un promotor muy bueno, Martín Décima, que cumple todo lo que promete, aunque nunca tuvo boxeadoras, es su primera experiencia en boxeo femenino. No sabemos el lugar, pero en el país seguro”, adelantó Díaz.
CADA VEZ MÁS DÍFICIL
Fue inevitable hablar con Díaz de la vida en Cuba, de la situación actual de su país de origen. “El sistema cubano está cada vez más difícil, al final tenemos salud, educación y seguridad gratis, podemos dormir en una plaza sin que nos pase nada, pero la parte económica es muy complicada. Tampoco hay tanta democracia, yo admiro a los argentinos porque cualquiera habla del Presidente de la calle y no pasa nada. En Cuba tú dices abajo Díaz Cané que es el presidente ahora y te meten preso cuatro años, es una dictadura, no hay libertad de expresión. Sí tienes salud, una educación muy estricta, muy fuerte, y la seguridad muy buena”, consideró.
“Todos hablan del bloqueo de Estados Unidos, pero pienso que no pasa por ahí. Creo que es un problema del socialismo cubano, incluso China y Rusia lo han cambiado, ahora son socialistas-capitalistas. Tengo mis hijos y mi esposa en Cuba y la están pasando muy mal”, dijo compungido.
“En Cuba el 90 por ciento es del Estado y el 5 por ciento privado, en los mismos hoteles, el 50 por ciento es del Gobierno. Hoy es un lujo trabajar en un hotel. Hay médicos que ganan peor que alguien que trabaja en un hotel, por las propinas del extranjero, por la alimentación. Es muy triste, ojalá todos pudiéramos vivir como personas normales. La Argentina está cada vez difícil, lo veo desde 2017, cada vez más difícil, pero nunca como en Cuba”, expuso en el final.
Fuente: Tiempo Deportivo/Diario Jornada.