Complicada. Esa es la definición que elige el esquelense José Vargas para referirse a su pelea del viernes en la FAB frente a Jonathan Sánchez. Que dos chubutenses se enfrenten por un título en una velada televisada ya es toda una novedad y así lo asume el “Paisa”, cerrando su entrenamiento en Trelew.
“Complicada sí pero no imposible”, agrega a la hora de hablar el hijo boxístico de la Cordillera. “No estaba en nuestros planes agarrar ésta dura pelea pero la verdad es que se bajó mi rival original. Yo entrené muy bien y estaba listo”, asume.
“Estoy tratando de elevar de a poco mi carrera ya que siempre he tenido peleas muy duras aunque en todas se corre riesgo. Estoy en camino y quiero demostrar que también estamos entrenados”.
“Todas las veces que fui a Buenos Aires, tuve la mala suerte de perder pero siempre te llevan de punto. Las veces que sentí que gané, me la dieron perdida y siempre arriesgué. Hay que seguir trabajando y en la lucha” y dijo sentirse motivado por la coronación de Soledad Matthysse con una gran demostración boxística el último fin de semana.
“Ganable o no, hay que pelear. Arriba del ring se ve todo. Cómo puedo sorprender y cómo puedo llegar, qué mano metemos. Yo puedo decir muchas cosas pero estando ahí arriba cambia todo y se puede dar vuelta la página. Con el “Chúcaro” es muy dura pero la aceptamos porque lo demás rivales no tuvieron los huevos para pelear, voy a hacerlo”.
“Varguitas” reconoce como sus batallas más sufridas, la que disputó ante Crenz en 63,500 y ante Guido Schramm. “Esa la agarré por falta de experiencia y por no saber. Fue durísima, sufrí un corte y no me sirvió para nada”.
“Mi primer rival –lamentó José- se bajó a último momento, lo habíamos estudiado y por primera vez sentía que iba a ir a pelearlo. Me bajoneó un montón que no quieran pelear. Entrené guanteo, metí guanteo tras guanteo y estaba enfocado. Los planes que tenían, me los echaron para atrás. Yo si digo que peleo, peleo aunque cambie todo”.
José Vargas asume con respeto que hará lo necesario para ganar aunque reconociendo la dimensión de su oponente. “Es cuestión de ir y pelear, que salga lo que Dios quiera. Mi expectativa es buscar una buena pelea y limpia en la que seguramente ganará el mejor”.