La Noche del “Tigre”, como el mismo ex doble campeón argentino, fue sencilla, auténtica y con agradecimientos. Héctor Saldivia se llevó uno de los aplausos más masivos de los últimos años al ascender al ring junto a su hija Mía Sol y luego de que una pantalla gigante, proyectara imágenes de su carrera deportiva.
Después, las caras y los rostros conocidos parecieron confluir en el lugar donde todo comenzó. Desde el presidente del Ente Comodoro Deportes, Hernán Martínez; Luis Boffi, el actual presidente de la FAB; la campeona argentina amateur Aylén Aguirre; el entrenador y mentor del “Tigre”, Robinson Zamora y hasta Luis Gaviña, el trelewense quien hoy pisa los 50 pero fue su rival en aquella inolvidable noche de estrenos. Veinte años y muchos kilos atrás, con otro abrazo que resumió la amistad entre los hombres del deporte.
“Me entrené poco y dí pelea. Ya se veía venir que iba a llegar lejos, era un pibe al que se le notaba futuro viéndolo boxear. Muy orgulloso de haberlo enfrentado” dijo su primer rival.
“Esto me lo voy a guardar en el corazón. Creo haberlo dado todo, fueron nueve títulos en total para la gente de mi ciudad que todavía hoy me sigue regalando su afecto. Soy un agradecido de todo. De Robinson, que me formó; del “Vasco” Arisnabarreta que me hizo la carrera desde que era amateur y del cariño que siempre recibí. Me siento realizado y disfrutando de esto, una fecha que casi ni me acordaba pero que marcó el comienzo de un lindo sueño”, dijo Saldivia emocionado, desde el centro de las luces que tantas noches transitó.
En pocos minutos, toda una vida. Un repaso por la trayectoria de un boxeador que dejó huella en el boxeo del país; que es genuinamente comodorense y que hoy lejos de los flashes mantiene el mismo humilde perfil. El de alguien que marcó un camino a seguir, movió el corazón de una ciudad, corriendo por sus calles tras una ilusión y peleó con los grandes. Siempre dando batalla.
Fotos Hernán Romero.