“Estuve casi un año en Chile, me fui porque tenía una pelea pactada en diciembre, luego la pasaron para enero, pero finalmente la chica no dio la categoría. Le dimos un tiempo para que se pusiera a punto, pero no pudo pelear. Después se nos bajó una pelea en marzo y recién pude pelear en mayo. Todo ese tiempo estuve esperando en Santiago de Chile y luego en Chillán”.
“El entrenador que tuve en Santiago era del Team Pardo, me consiguió la pelea. Ahora estoy con el profesor Jesús Carrasco de Chillán, trabajando con un promotor que se llama Daniel Bustos -argentino- y es quien me consiguió esta última pelea en Mendoza. Pesé 54,500 kg, pero la chica dio casi 58 kgs., me preguntaron si quería agarrar la pelea porque había mucha diferencia. Pero yo ya estaba en Mendoza, hubo que pelear y listo. En estas dos últimas que hice tuve que regalar varios kilos, Brisa Alfonso era mi rival, me dijeron que fue una de las mejores peleas de la noche”, asegura Daiana Molina. Considera que valió mucho mostrarse en el festival de Mendoza. “Fue una derecha al mentón y se cayó, pero en el primero también la tuve bastante sentida y la tiré en el tercero. Era muy grandota, se notaba la diferencia que había de peso. Yo me mantengo en mis 54.500 kg y como mucho daré 55 kg. La verdad sentí que gané, por la caída, además dominé mucho en los últimos rounds y ella ya no se quería cruzar. Pero me la dieron perdida los jurados”.
“La gente nos dijo que hice un buen boxeo. Que la pelea era mía, se acercó mucha a felicitarme, incluso gente del Fedelatin, me quedé feliz con eso, aunque por el resultado estaba mal, aunque hay que decir que ella era la favorita, aunque la niña mimada anduvo por el piso. Porque en esta pelea regalé 4 kgs. al día de pesaje y después mucho más. Pero me dijeron que la pelea era hasta 57 kgs., pero bueno, llegó al peso que quiso”, expresa Daiana Molina.
Invitada a un campus en Estados Unidos
Luego de esta presentación en Mendoza, Molina junto a su promotor acordaron no aceptar peleas por arriba de los 55 kg. “Ahora vine para hacerme la revisión médica que la tengo que hacer en Argentina. Me vine unos días, seguiré entrenando, no puedo parar porque en diciembre o bien en enero me sale una pelea. Teníamos pactada una pelea en Bélgica, pero la verdad se nos bajó a último momento. Me confirmaron unos días antes que yo peleara en Mendoza y no me cuadraba con los días de recuperación. Tengo una invitación de una promotora en Estados Unidos de hacer un campus y luego pelear allá. Para esto necesito hacer la visa, voy a necesitar ayuda de Comodoro Deportes para lograrlo”.
“Si la puedo conseguir antes de enero tendría el pase libre para ir y realizar el campamento con los profesionales que existen allá. Es una tremenda oportunidad, mi promotor es Daniel Bustos, es argentino, pero vive en Las Vegas. Incluso existe la posibilidad de combatir por un título Latino y creo que será pronto. Para todo necesito la visa, será en 53.800 o 54.00 kg, ahí estaré en mi categoría”, expresa Molina. En Comodoro Rivadavia espera entrenar con el Team Alvarado. “Ahora pienso entrenar con gente amiga, con Juan y Eduardo Alvarado, me queda cerca de casa. Vine a estar con mis hijos también, Leonel (9) y Lara (10). Yo entreno muchísimo, nunca me había metido de lleno a entrenar a full. Ahora la idea es pelear más que nada afuera. Con la que hice en Chile me hice bastante conocida y también en ésta de Mendoza, donde había una eliminatoria por el título mundial”.
“Dejé una muy buena imagen y eso valió mucho. Hice un buen boxeo y a mi promotor le gustó mucho. Soy una boxeadora y me dedico a esto, creo que gané mucho en hacerme conocer. Dejame agradecerles a mis papás por todo el aguante y por la enorme mano que me dan con mis hijos, en mi carrera deportiva como boxeadora profesional, Ricardo Molina y Patricia. Ojalá ahora pueda cerrar bien el año”. Diario Crónica.