“La pandemia la voy transitado en casa, cuidándome y cuidando a mi familia”, cuenta desde Neuquén, Billi Facundo Godoy, otro de los boxeadores sureños que espera la vuelta a la acción. “Mis planes hoy son recuperarme del hombro, para poder volver a fin de año o los primeros meses del año que viene”.
El “Niño” de Centenario, ex campeón argentino y sudamericano se lesionó en su último combate, en el Teatro Caupolicán de Santiago de Chile peleando con el peruano Jesús Avilés. Y transita éste período de inactividad generalizada con algo de viento a favor, ya volviendo a los entrenamientos. “La rehabilitación va bien, estoy enfocado cien por ciento en la recuperación del hombro, trabajando todo los días con la gente de Kinesport, en calle Anaya de Neuquén Capital. Feliz porque me siento que cada día que pasa, me acerco más a mi regreso al ring”.
Es que a los 33 años, Billi siente que todavía queda mucho por hacer. Lleva 37 ganadas y 6 perdidas como profesional y proyecta reposicionarse en los primeros planos de la categoría mediano sin descartar volver a combatir en el exterior. “En mi cabeza está volver con todo. Quiero volver a ser campeón y pelear con los mejores del peso medio del país, haciendo peleas de primer nivel. Creo que lo que me falta hacer en el boxeo, es combatir por un campeonato mundial. Alguna vez, estuve muy cerca pero no se pudo concretar. Todavía me quedan unos años de carrera y voy a trabajar para poder tener a futuro una oportunidad mundialista”, remarcó Godoy.
Desde el plano de la experiencia reconoce que en la región hay jóvenes figuras para seguir. “Hay algunos chicos amateur que andan muy bien y en profesional, está mi hermano Emanuel Godoy que es el más chico de la dinastía. Le veo un gran futuro”. La familia, es en esencia, la razón para pelear. En el caso de los Godoy, con papá Bruno a la cabeza y mayoría de boxeadores, siempre la charla gira en torno al mismo compartir. “Mis hermanos están bien gracias a Dios, siempre estamos en contacto, con ganas de volver a compartir los entrenamientos y las guanteadas, cómo lo hicimos siempre”.
Billi asume que le quedan algunos años de carrera, quizás los mejores para tratar de dominar una categoría con historia. “El boxeo me llenó de cosas lindas. Si tengo que elegir, me quedo con la felicidad que me dió ser campeón; el cariño y la euforia de la gente colmando un estadio viendo la felicidad de mi familia; la alegría y euforia de mi viejo que además de ser mi entrenador, es manager y promotor”.
Respecto a la pandemia, indicó que la falta de trabajo y el impacto social que desencadenó éste proceso, ha llevado a muchas familias a perder su fuente de ingreso. “En lo personal estoy con mi familia y disfrutando a mis hijos pero trabajando mucho por la gente que la está peleando en estos tiempos difíciles. Hay familias que viven el día a día y durante éste tiempo se le ha hecho muy difícil, igual que los comedores y merenderos”.
IT/Piñas del Sur.