Liz Crespo entiende cuáles son los desafíos que propone el boxeo de éstos tiempos. De la necesidad de tener una guía, un promotor que genere oportunidades y la convicción para estar siempre “ahí”. Un lugar al que llegan solamente unas pocas.
Acostumbrada a las difíciles, la boxeadora boliviana pero que defiende los colores de Puerto Madryn siente que el próximo 17 de agosto pasará un tren al que deberá subirse: combatirá en Québec ante la local Leila Beaudoin en la que será su tercera salida del país y por el título internacional de la OMB. “Es otra oportunidad para mostrarme en el extranjero. Cuando éstas chances aparecen, hay que aceptarlas aunque una vaya con desventaja por ser visitante. Voy con la mejor preparación y la mejor expectativa”.
Para referenciar a Beudouin, su próxima rival, indicó que enfrentó mayoritariamente a rivales mexicanas y que inclusiva perdió con una de ellas en decisión unánime. “Nunca subestimaré a ninguna rival. Voy con mis mejores armas y con las ganas de ganar esa pelea”.
Liz reconoce el aprendizaje sumado en su última batalla en el Luna Park ante la uruguaya Maira Moneo. “Es una excelente deportista y una gran persona. No solo fue la experiencia de pelear con ella sino que además nos hicimos amigas”.
“Siempre que haya un título habrá una motivación extra. Solamente ser campeona es un plus para cualquier carrera. Ya he estado en situaciones similares y la sensación es la misma”, reconoce Crespo. “Siempre agradezco a quienes me apoyaron a lo largo en mi carrera. A Bolivia, la tierra en la que nací y a la Argentina que me acogió y me vio crecer personal y profesionalmente en el boxeo. Y a Puerto Madryn que es ese pequeño lugar en el mundo que me abrió las puertas”.
Asume estar en el grupo de élite del boxeo femenino en el país más allá de su propia confianza. “Si una no se lo cree, nadie lo hará por una. El problema son las oportunidades”. Y lamentó la falta de un promotor o una agente que le permitan tener continuidad. “Yo estoy siempre a disposición porque la ayuda siempre hace falta. A veces el boxeo también trae golpes bajos y tragos amargos”.
“Los boxeadores no gozamos de seguros por enfermedad o por cesantía cuando no nos salen peleas. Se necesita ganar regularidad y eso se logra con un promotor que te represente, cuide tus intereses y tenga obviamente, la retribución por su trabajo”.