En busca de su mejor versión, Roque Ariel Huenullanca espera por su vuelta. Renovado desde lo físico y reformateado mentalmente, “Neymar” comenzará a transitar la etapa final que desembocará en el profesionalismo.
Volviendo después de un descanso demasiado largo y con la convicción de encontrarse con lo mejor que propone su boxeo, Huenullanca asume que la falta de acción afecta “hasta ahí” cuando se compensa con un cambio en la preparación. “Me veo debutando, ojalá que sea muy pronto. Es parte de la espera de volver a subir al ring, quiero hacer las últimas peleas y poder demostrar todo lo que he aprendido y adquirí durante todo éste tiempo”.
“Al boxeo nunca lo dejé porque sé que puedo”, define el boxeador que decidió volver a las fuentes con su mentor, Carlos Mansilla como referencia en su esquina. “Con el debuté e hice un montón de peleas. Es como un padre para mí. Le agradezco también al preparador físico, Matías Abadie del Gabinete Metodológico del gimnasio Municipal”.
“Siempre hay complicaciones. Llevar la dieta para bajar de peso depende de la economía de cada uno. Y en eso, todos tenemos dificultades. Siempre entrené pero ahora sumé doble turno, con mucha constancia y sin faltar ni un día. Quizás cometí errores bajando de peso para poder pelear y por eso, ésta vez preferí estirar un poco la vuelta para volver y hacerlo bien” cuenta Ariel, quien finalmente no peleará este viernes con Manuel Quevedo, por no contar éste con la revisión médica actualizada. “Mi mejor versión es la que viene porque adquirí experiencia y madurez pero eso deberá decirlo la gente”, avisó.
Y asume que los reveses inesperados lo llevaron a replantear su fortaleza mental. “Me costó acomodar la cabeza y recuperar la confianza. Después de que perdí la primera pelea, no me sentía bien; subía a pelear sin pensar qué iba a pasar. Hoy me siento superior a “mi yo” del pasado, con fortaleza pensando en ganar en el boxeo y en la vida”. Y planteó el peor de los desafíos para un peleador, el miedo interior y el no expresar lo que en muchos casos, se siente pero no se cuenta.
Agradeció el acompañamiento del Drugstore “El Paletón” y a Cristian Pérez, su propietario y ex boxeador quien le brinda un soporte necesario. “Es mi primer sponsor durante todos estos años. Nunca tuve uno”, bromea. “Le agradezco a mi familia que siempre estuvo a mi lado. Me dan de comer teniendo la edad que tengo y me apoyan para que siga en esto. Por todos ellos; no voy a bajar los brazos y lo seguiré intentando sin pensar en los que muchos puedan decir o hablen de mí. Voy a estar por orgulloso de perseguir mi sueño y poder vivir del boxeo”, resumió.