Ni en Trelew, ni en Lomas de Zamora. Leonardo Báez camina las calles de Barcelona y vive su propio sueño, a las piñas. Ya realizó dos peleas en Europa y quiere más con la convicción de que no hay imposibles. “Siempre soñé con viajar a Europa a pelear. Tuve la oportunidad de venir y estoy cumpliendo. Estar acá ya hace que mi balance sea bueno”. Radicado en Barcelona y entrenando con los técnicos venezolanos Lorenzo Parra y Franklin Varela, “Leo” busca establecerse; hacerse de un nombre en tierras europeas y poder crecer inclusive más allá de lo económico. “Mi plan es siempre entrenar, pelear y sumar experiencia. Mi familia me dice que soy terco y que me deje de joder con el boxeo pero yo me lo tomo realmente en serio y voy a cumplir tal como me lo prometí a mí mismo”. Reconoce que se encuentra tramitando la visa y que decidió renunciar a la Federación Argentina de Box. “No me dejaban combatir; presenté una carta y ahora peleó con otra licencia y por BoxRec ya que lo utiliza todo el mundo y me manejo con eso”, explica.

“Mis peleas acá fueron duras, especialmente la primera porque tenía un rival muy fuerte y yo venía de un viaje muy largo. Pasé por cuatro países en un día: hice Roma, Barcelona, París y Manchester, de ahí a Sheffield, el lugar de la pelea. Llegué super cansado, justo para el pesaje y si bien no me gusta poner excusas, se vió reflejado en la pelea que no estuve al cien por cien” cuenta sobre su estreno ante el invicto Edward Hardy (PKOT2).
“Ya estando en Gerona, entrenando bien, fui a pelear de semifondo en Newcastle con una de las promesas de ahí –Lee Rogers- y ya me sentí bien. Fue pareja y sé que para ganar de visitante hay que destruir al rival. Me llevé el reconocimiento del público inglés y eso fue muy reconfortante”.
Igual en el Rainton Meadows Arena de Houghton-le-Spring, la batalla dejó su saldo: “Me estoy recuperando de dos cortes, uno en el lado derecho del ojo en el qu me hicieron tres puntos y en la nariz, donde tengo otros dos. Tiene que cicatrizar y recién para el mes que viene, tendré la posibilidad de pelear”, dice a la espera de encontrar la continuidad que dinamice su carrera.“Rescato todo positivo. Estoy cumpliendo un sueño que tenía de chico. Quería conocer otra cultura, otros boxeadores y otros lugares. Agradezco a Dios las oportunidades que se me dan y que estoy buscando. Me siento feliz de estar en Europa”. Báez asume que el riesgo es el mejor condimento para levantarse cada día. “No quiero llegar a los cincuenta años lamentándome y diciendo “que era un buen boxeador pero que no pude llegar”. Yo voy a dejar todo y voy a dar lo máximo y más. No me importa nada más que cumplir con mi propósito que es seguir peleando hasta donde llegue”.
“Le agradezco a la gente de Trelew, a mi familia, a “Peto” Ruiz y al gimnasio CEYDDET porque se portaron súper bien conmigo. Fueron los responsables de que llegue bien preparado a vivir ésta experiencia. Me quedó un gran aprendizaje porque a ese entrenamiento lo llevo conmigo. Cuando vuelva a Trelew será el gimnasio en el que quiero estar y en el que me quiero entrenar”.