Glenda Higuera transita la recta final camino a su debut como boxeadora profesional. La deportista que representa a Esquel no solamente es dueña de su flamante licencia, sino que ha dado un paso integral de cara a su nueva etapa. Viajó a Trelew junto a su pareja y entrenador Luis Cárcamo para entrenar y ponerse en condiciones para el estreno.
“Nos gustaría que el debut sea para la televisión y por TyC Sports”, propone Higuera quien confía en transitar con determinación éste proceso con los guantes “chicos”. Y no solo decidió alejarse de su ciudad sino que emprendió el desafío de sacarle el máximo rendimiento a su físico. Instalada en el valle chubutense, incorporó a su equipo a “Laly” Barrionuevo quien en la Escuela del barrio 8 de Diciembre. “Arranqué entrenando doble turno incluyendo trabajos de musculación y fondo además de un guanteo intensivo. Voy a pelear cuando sienta que esté al cien por ciento, calculamos que será a fines de setiembre si Dios nos permite”, adelantó.
Fundamentó la decisión de emigrar en la posibilidad de contar con más boxeadores, sumando rounds y mayor calidad en el spárring Entrenar en otra dimensión, en un ámbito propicio y sumando voluntades para mejorar, le permiten ilusionarse a la peleadora de Paso del Sapo ante lo que se viene. “Barrionuevo es muy buen entrenador, conocido de mi marido y alguien conquien nos hemos cruzado en numerosos festivales. Para nosotros es un orgullo que se sume a nuestro grupo”.
Higuera proyecta combatir en la categoría de 50 kilos y no descarta presentarse alguna vez en su nueva condición en “su” Chubut y ante el público que siguió sus inicios en la actividad. “Me encantaría pelear en Esquel y también que cambien algunas cosas para poder sentirnos genuinos representantes”. Dice no elegir rivales, ni opciones ya que su rendimiento dependerá del nivel de preparación que pueda alcanzar. “Yo solo quiero pelear con las mejores y ojalá en un futuro, poder hacerlo por un título. Esa es una meta que quiero alcanzar. Será todo paso a paso”.
Enfocada en cada día invertido de trabajo, Glenda apuesta a su propia fe con el apoyo de su familia y el manager Marcelo Zylberberg además de quienes en silencio, confían y respaldan su sueño boxístico. “Hay gente que siempre colabora y compañeros que comparten el esfuerzo”, concluyó.