Si hay un deporte que sabe de sorpresas, el boxeo tiene una inagotable colección y había una preparada para el Parque Central. Jonathan Tintín Ruiz (66.800), que decididamente llegaba como punto, tardó menos de un minuto para transformarse en banca y terminó con las ilusiones de Mauro Godoy (66.800), en la pelea de fondo. Antes, Gino Godoy (69.400) se sacó de encima al batallador Claudio Luquez (72.800) y en la primera de las profesionales, Raúl Panguilef (60.700) debuto como ganador en el campo rentado con un buen triunfo sobre Sergio Matías Rocha (61.800).
En la última pelea de la noche, el Rayo iba por su cuarta victoria en 10 meses, luego del parate por la pandemia y su buen paso por Europa. Partía como favorito ante el entrerriano de Concordia, aunque en la ceremonia del pesaje, chicanas de por medio, el visitante se había animado a pronosticar una definición por la vía rápida. Se lo tomó en serio porque salió a sorprender de entrada y lo consiguió. Con un perfecto 1-2, conmovió a Mauro, quien apoyó rodilla en lona y antes de que intervenga el árbitro, llegaron otros dos golpes que fueron decisivos.
Bruno Godoy, como siempre en el rincón del Rayo, saltó al cuadrilátero y automáticamente llegó el nocaut técnico. Mauro ensayó alguna queja, pero rápido se dio cuenta de que no podía seguir y fue a saludar a su rival, que metió un emotivo festejo en el centro neuquino. Sin dudas, esta caída pone un freno en la carrera del Rayo, que de todos modos sostiene un buen palmarés de 35-7-1, con 17 y seguramente buscará más oportunidades. Ruiz, que venía de dos caídas en serie, elevó su registro a 6-4-0, con 5.
En el turno anterior, Gino metió su segundo éxito en dos semanas y va por más. En un combate que dominó con mucha claridad, superó por nocaut técnico en el noveno a Claudio Luquez, bonaerense de Rojas. Con un buen comienzo, el Áspero estuvo muy cerca de noquear en el segundo, pero después empezó a comprobar que su rival tenía mucha resistencia.
Esa situación, como siempre, obligaba a tener una máxima concentración. Se sabe, que esos viejos batalladores del ring siempre tienen una mano guardada y, de hecho, el Bocha intentó la heroica y por momentos llegó con claridad. Sin embargo, a partir del séptimo Gino se reencontró son si nivel, castigó abajo y definió en el arranque del noveno una pelea que llevaban cómoda en las tarjetas, pero al final pudo festejar antes del límite. El de Centenario tiene ahora un récord de 24-2-0 con 15 y su rival bajó a 7-6-0 con 3. Info Aguante Neuquén.