La ilusión de ser profeta en la tierra propia parece haber quedado atrás para Saúl Huenchul, el nacido en Ingeniero Jacobacci y formado en San Carlos de Bariloche, transita sus días en la provincia de Córdoba, siendo parte de la escudería de Mario Arano. “El boxeador no tiene mucha ayuda porque los dirigentes políticos no dan mucha bola. Uno se acostumbra a “peludearla” y no hay muchos festivales de boxeo tampoco. No porque no se quiera sino porque es complicada la situación económica. Hay muy buenos boxeadores y sería bueno que nos uniéramos para hacer festivales. Muchos nos tenemos que ir afuera para tener continuidad” cuenta el “Nene” rionegrino.
Como profesional lleva realizadas 14 peleas, con 11-3. En su última pelea, en el Club San Isidro de San Francisco (Cba.) noqueó técnicamente en el primer round a Diego Luque. Radicado en Córdoba, se abren puertas para el «Indio».
Huenchul reconoce que sus mejores combates terminaron en derrota. Y a excepción de una, ha logrado tomarse revancha de cada resultado adverso. “En mis mejores peleas perdí. Fueron duras y yo me exigí hasta donde pude pero no me alcanzó. A dos les pedí revancha, con Daniel Combi y el “Zurdo” Vázquez y en la tercera, no tuve oportunidad todavía de hacerlo contra José Hugo Acevedo. Cada pelea me deja algo y todas han sido, duras en su mayoría. Perder en mi caso, me impulsa más para ir hacia adelante Uno quiere ganar y ganar pero también se pierde y eso termina dejando enseñanzas”. Huenchul debutó en el 2016 y lleva 11 triunfos (6 antes del límite) y 3 derrotas. Es vencedor del pampeano Juan De la Iglesia; Emanuel Godoy, Diego Aguilera, Emiliano Araujo; Jonathan Sosa, Carlos Chaparro; Claudio Baldomir y del cordobés Diego “Riña” Luque, en una de sus mejores faenas en diciembre pasado.
Sus metas boxísticas lo han llevado a emigrar en busca de un destino que le inyecte aire y motivación a su carrera. “Quiero darle lo mejor a mi hijo básicamente. Y después tratar de hacer buenas peleas y dar buenos espectáculos, ganando o perdiendo. Hay que disfrutar, conocer, viajar y darse los gustos que toda persona quiere”.
Resaltó sus comienzos en el Boxing Club Bariloche de la mano de Luis Cornelio y no descarta volver a combatir en su ciudad “del corazón”. Diego Sívori es actualmente, su responsable técnico. “Trabajamos para Arano. Acá tengo la posibilidad de guantear con otra exigencia y la competencia cambia por completo. Yo trabajo con el boxeo y doy clases recreativas. Y si me sale alguna changa de albañilería o de lo que sea, no le digo que no”.
Huenchul o “El Indio” como manda su apelativo profesional reconoce que la familia es el motor anímico que cualquier deportista necesita. “Tengo mamá, papá; tres hermanos y cuatro hermanas; un grupo de amigos que se ha convertido en familia y un hijo que a pesar de su edad, entiende de mis viajes”, explica Saúl quien imagina la vuelta del boxeo sin público y con la televisión como testigo. “Me gusta compartir con gente del boxeo porque estamos todos en la misma: boxeadores; entrenadores y compañeros. Con los mismos rivales inclusive uno puede compartir momentos. Esas son las mejores vivencias que el boxeo te puede dejar”.
IT/Piñas del Sur.