Carlos Santana sufrió en carne propia, una mala decisión. Alan Chaves lo puso nocaut y le terminó dando un baño de realidad en el ring montado en la cancha de fútbol del club Ferro Carril Midland, en Libertad, partido de Merlo. Se cumplió la lógica: un peleador jóven, fuerte y en ascenso puso en evidencia lo que parecía ser una prueba superada para el del sur. A poco más de seis meses sin pelear y de haber sufrido una dura derrota ante Brian Chaves, hermano de Alan, el comodorense no lució en distancia, no tuvo libreto y estuvo lejos de presionar a un oponente que le marcó rápidamente los errores.
Es que el ganador impuso el ritmo desde el comienzo, tiró en mayor proporción y conectó en la mayoría de sus intentos. Santana sin embargo, no tuvo opciones ni un plan que le permitiera advertir los posibles recursos de su rival. Plantado en su guapeza, perdió en los anticipos y tuvo pocas chances de atacar, expuesto a la réplica.
Vale la fortaleza de haberse sostenido en pelea en pasajes críticos, haber sufrido una cuenta en el quinto y volver a la lona en el séptimo y último, cuando ya no quedaban fichas por jugar. El resultado deportivo deberá analizarse internamente aunque el propio Santana reconoció en redes sociales «no estar a nivel». Sin embargo, la pésima elección del rival evidenció la falta de estrategia en el armado de su carrera: una vuelta siempre implica riesgo como también la necesidad de pelear «en casa» y con un oponente a tono, ganable, que permita mejorar el récord. Dos derrotas consecutivas lo alejan de cualquier meta y lo llevan a un descanso innecesario. Y quizás hasta definitivo.
En las complementarias, Franco Williams de Trelew perdió por puntos en cuatro rounds ante el debutante bonaerense Matías Hernán Zavalla. El representante del barrio INTA cumplió una actuación destacada y cumplió con las expectativas a pesar de no ser considerado por los jurados. Lleva 0-2 cómo profesional. PdS/Fotos Boxeo de Primera.