Es casi un hombre de la casa, acostumbrado a las noches frías, interminables; a las veladas humildes de corazón y piñas rústicas en un ring cualquiera de la Patagonia. A Osvaldo Príncipi no le sorprende el fenómeno de ver boxeo en Comodoro, Caleta o Sarmiento siempre que en el medio haya afecto, cariño del público y seriedad en la organización. “Volver implica continuidad en un proceso boxístico que tiene su movimiento propio y que es potenciado con la difusión a través de los medios digitales y televisivos”, reconoció a poco de embarcarse con destino al sur.
Encabezará la transmisión central de Piñas del Sur de éste viernes en el club Huergo a través de las redes sociales, una variable que permitirá sentirse “protagonistas” a los aficionados de San Julián, Puerto Madryn y Esquel que serán parte del festival. “Estar ligado al boxeo a través de Piñas del Sur a mi entender es muy positivo. Y realmente me identifica con la ciudad”.
El boxeo en la región tiene muchos puntos en común y una vidriera imposible de dimensionar. “Esto debe servir para potenciar la educación de las comisiones municipales y a su vez, éstas deben tener independencia. Esto implica crecimiento ya no sólo del dirigente sino del gimnasio, del entrenador y del boxeador”.
“El 2023 –dijo Príncipi- a nivel nacional, políticamente es un año de esperanza con el cambio de autoridades en la Federación Argentina de Box y con la asunción del doctor Boffi”. Pidió que cada provincia recupere “autonomía” en la propiedad de sus festivales de viernes o sábados por la noche. “Hay que potenciar más, haciendo pelear al crédito local que mandarlo a Buenos Aires a pelear por televisión a suerte y verdad. Eso después de dos décadas, demostró que no sirve para nada. Lo veo positivamente y siempre pienso en que la gente que no tuvo sus oportunidades, las tenga por primera vez y demuestre si sabe o si se quejó en vano”, resaltó el periodista especializado, feliz por respirar nuevamente el aire frío del sur.