Como en la vida misma, el boxeo parece estar lleno de matices. Y en esa búsqueda, hay situaciones que plantean el dilema de “una más”. El orgullo del peleador está siempre vivo y por eso, Darío Manuel Carrizo entiende que quedan cosas por hacer, dejando atrás las pálidas.
Entrenando de cara a la vuelta, con rival a confirmar y una fecha factible; “Manu” se prepara junto a Juan y Eduardo Alvarado con la idea de que el esfuerzo valga la pena. “Estamos firmes y trabajando, dando lo mejor que tengo como siempre. En la última pasé por algunas cosas internas que no me dejaron trabajar en el ring”, expresó.
Agradeció la confianza del promotor Vicente Arisnabarreta quien organiza su vuelta el próximo 14 de abril y reconoció aspectos extra boxísticos que lo afectaron en su última presentación, con derrota incluida ante Joaquín Issel en junio del año pasado en el gimnasio Municipal. “Hay que subir con la mente en blanco, algo que yo no estaba haciendo. Ahora estamos activando muy bien”, reconoce.
“Varias veces dije que no boxeaba más. Y muchos se preguntan “cómo sigue si viene perdiendo”. Yo siento que tengo mucho para dar, de hecho en la última creo que no dí nada. Yo no peleó así y muchas personas lo saben. Lo que voy a hacer es mejorar mi forma y trataremos de mostrar lo que soy como boxeador”. Dispuesto a revertir su carrera y reconociendo los números negativos como una barrera para sortear, Carrizo prepara la vuelta. Su único triunfo y por la vía rápida lo obtuvo en el 2018 ante Diego Fernández y perdió con Gerardo Mellado; Víctor James, dos veces con Gustavo Chazarreta y una más, ante el cotizado Francisco Verón en Ingeniero Maschwitz.