En el nombre del padre: Llega Eva, la hija del «Mono»

Eva Ema, la hija mayor de José María Gatica será una de las figuras invitadas el próximo día 14 de abril en el gimnasio Municipal Nro. Uno. La hija del ídolo puntano llegará por primera vez a la ciudad siendo actual integrante de la nueva conducción de la Federación Argentina de Box y con una obvia referencia a su padre, uno de los boxeadores más carismático del país.
Gatica reconoce no haber visto combatir a su padre en ninguna de sus batallas en el Luna Park pero asume conocer cada pequeño detalle de su vida. Como también el orgullo de portar un apellido con peso propio en el boxeo y con fuerte raíz peronista. “Mi papá sigue siendo un ídolo de nuestro país. Nunca fue difícil ser su hija, siempre lo llevé con responsabilidad”, explica.
José María Gatica nació el 25 de mayo de 1925 en Villa Mercedes, provincia de San Luis aunque durante su infancia se fue a vivir a Buenos Aires con su familia. Debutó como profesional el 7 de diciembre de 1945 noqueando en el primer round a Leopoldo Mayorano. Enfrentó a Alfredo Prada en seis ocasiones, con victorias repartidas en uno de los clásicos más sonados de la época. Seguidor de Juan Domingo Perón, el ex presidente financió su primer y único viaje a Estados Unidos para hacerse con el título mundial, un sueño que se truncó con una derrota ante Ike Williams, sin título en juego, y con un nocaut en el primer round luego de sufrir tres caídas. Al producirse el Golpe de Estado contra el presidente Perón, la Revolución Libertadora le quitó la licencia profesional y lo obligó a pelar de forma clandestina en el Gran Buenos Aires y el interior del país.
En julio de 1956 peleó contra un bahiense desconocido: Jesús Andreoli. Tras ganar por abandono en el cuarto round, llegó la policía queriendo prohibir el espectáculo. Andreoli vivió hasta su fallecimiento en Comodoro Rivadavia.
Gatica falleció el 12 de noviembre de 1963 tras sufrir un accidente las afueras del estadio de Independiente en Avellaneda, donde vendía muñecos. Después de cinco décadas sepultado en el cementerio de Avellaneda, su hija Eva se puso en campaña para trasladar los restos a Villa Mercedes, su lugar de origen. Y desde el 24 de mayo de 2013, Gatica descansa en paz allí.