Un sinnúmero de situaciones dejarán en segundo plano la presentación de Claudia López en Alemania. La boxeadora viajó sobre la hora y cuando parecía llegar a pocas horas del pesaje el día viernes; una demora en el vuelo que la llevó de Trelew a Aeroparque; un posterior traslado a Ezeiza y la imposibilidad de embarcar hacia España, le impidió subirse al avión con destino a Europa. Es decir que se subirá al ring a pocas horas de llegar a Alemania.
La boxeadora y su entrenador Raúl Montecino recién volarán hoy a un día de la pelea con la ruta Buenos Aires-Italia-Frankfurt. Y ya en tierra alemana, deberá hacer dos horas adicionales por vía terrestres para llegar a la sede de la pelea, la ciudad de Alfdorf.
La pelea recién se cerró el último viernes y la gestión de los permisos laborales de Claudia López hizo que el viaje se concretara sobre la fecha. Las circunstancias que rodearon el traslado, le pusieron un manto de desprolijidad a éste nuevo combate internacional de la “Chica Diez” que se pesará –solo para cumplir con el reglamento- a poco de vendarse y subirse a pelear.
“El avión de Trelew a Capital se demoró casi dos horas y media y no pudo bajar en Ezeiza sino en Aeroparque. Nos fuimos en taxi para tomar la combinación a España y ahí surgió otro problema. Entregamos los pasaportes pero no teníamos los pasajes de regreso por lo que nos comunicamos con la organización que resolvió rápido el tema pero el personal de la empresa aérea se negó a que subiéramos al avión. No solamente nos vimos afectados nosotros sino otros pasajeros que tenían combinación internacional. Aerolíneas no se responsabilizó de nada”, explicó Claudia.
La boxeadora y su técnico permanecieron varias horas en el Aeropuerto Internacional intentando solucionar el traslado pero debieron pernoctar en Buenos Aires y recién hoy sobre el mediodía embarcarán hacia Frankfurt vía Roma. “Llegamos el mismo sábado. Me van a pesar cuando llegue, apenas voy a poder descansar cuatro o cinco horas y enseguida es la pelea”.
“Era eso o perder la pelea, se hicieron las cosas mal desde la organización. Por suerte vengo rebien de peso, estoy abajo y puedo comer tranquila. Si venía apretada con el peso, directamente rechazaba la pelea. Trataremos de descansar en el avión. Igual vamos a dar una buena pelea”, cerró la boxeadora de Trelew, protagonista de un vuelo de terror. Del avión al ring, casi sin escalas.