Borrón y cuenta nueva. Diego Lescano considera que su pelea ante el chileno José Camilo Silva Lemus representa una suerte de “redebut”. Es que asume que la derrota sufrida en Comodoro Rivadavia representó una experiencia que no volverá a repetir. “Me sentí muy atado y débil, dí ventajas con el peso y no llegué en las mejores condiciones. Aprendí de todo eso y pude entrenar diferente, voy a ser local y no dudo en que voy a ganar”.
Para el entrerriano radicado en San Julián, la segunda promete ser la vencida. “Aquella experiencia me sirvió entre cosas para entrenar mejor y para no dar ningún tipo de ventaja en el peso. En Comodoro veníamos con 66 kilos según nuestra balanza y cuando llegamos, me pesé y di 64. Eso me representó un desgaste innecesario que lo sufrí en la pelea. Me faltó fuerza y estuve atado, no podía aguantar los guantes, ni plantarme. Los nervios además me jugaron en contra. Me terminó ganando la ansiedad del debut profesional”, reconoció Lescano.
“Yo no soy de pelear así, estático y sin ir a buscar” plantea en el cierre de una preparación que ésta vez incluyó un control de peso más tranquilizador y un guanteo intensivo con sus compañeros de equipo –Maycol Roa y Agustín Garay- además de “Pili” Velázquez y Matías Montesino.
“Me siento mucho mejor en lo físico y lo boxístico. Además de tener la posibilidad de pelear como local sabiendo que el público me quiere y me apoya siempre, me fortalece para pensar en que tengo que ganar como sea. Ese aliento me estimula para salir a hacer en el ring lo que entrené. Ya estoy en 66,500 y ahí me voy a mantener al momento de pesarme, no quiero regalar nada, quiero llegar hidratado, fuerte y sobre todo, convencido de que me voy a quedar con el triunfo por la gente”, cuenta el boxeador, de profesión carnicero, quien disputará su segunda pelea como profesional.
“Le mando un saludo a toda mi familia de Concordia, los extraño mucho” agrega prometiendo mostrar “otro” Lescano. Diferente y enfocado en el objetivo, con mayor tiempo de trabajo, con sistematización y un apoyo externo que pone a disposición, todo lo que necesita. “Me siento muy tranquilo y estoy convencido de que voy a hacer otra pelea, estoy muy seguro de lo que voy a proponer y lo que tengo para ofrecer. Siento la presión de mostrarme a mí mismo quién puedo ser y especialmente, le quiero regalar al público una gran pelea y obviamente, bajarme con los brazos en alto sabiendo que entregué todo lo que tenía”.