Oscar Ezequiel Mansilla siente que empieza a ser reconocido y que el público del boxeo, demandante y de cierto paladar negro lo empieza a convertir en una figura. Éste viernes, volverá a encabezar una cartelera local, siendo fondista y principal atracción en el gimnasio donde ha desarrollado más de la mitad de su carrera. “Me siento bien, es lindo que me conozca la gente y que me vayan a ver. Quizás empiezan a conocerme y en cierta forma, les gusta mi manera de boxear”.
Ezequiel destaca que los progresos a la vista son producto del trabajo y el entrenamiento. Nada es casual. Esfuerzo puro, algunos sacrificios y más transpiración en el gimnasio son el único factor posible para mejorar. “Ahora tengo más tiempo para entrenar y trato de aprovecharlo al máximo. Tener esa tranquilidad hace que uno se pueda enforcar mucho más en el objetivo”.
“Me siento muy bien, un poco ansioso y con ganas de brindar un buen espectáculo”, asume el peleador que representa al Team Vera y entrena en el Velódromo de la calle Polonia.
Asume que el rionegrino César Vergara será una medida exigente que le permitirá saber en qué escalón está parado. Y puede marcar una pauta clara respecto a su evolución boxística. “Será una pelea dura ya que es un boxeador de experiencia”, dijo sobre su oponente quien hizo sus tres últimas peleas ante peleadores de la zona: Gustavo Chazarreta y Carlos Santana en el 2019 y Gustavo Lemos, rival en común, el pasado 25 de marzo con un empate en su reparación tras más de tres años. “Mi plan?. No tengo ninguno en especial; lo iremos viendo seguramente cuando se vaya dando la pelea con mi rincón”, adelantó.
“Siento que voy subiendo y mejorando en muchas cosas. Noto que en cada pelea me suelto más y estoy mucho más metido. Para mí es importante volver a ganar porque es la manera que elegí para demostrarme a mí mismo que puedo”, resumió.
“Vengo de ganarle a Lemos donde creo que no me quedó nada pendiente para hacer; mi rival se escapó mucho y nunca logré conectarlo bien”.
Mansilla respeta la fórmula desde que comenzó a boxear. “Verita”, su padre, lo prepara y lo acompaña en cada una de sus presentaciones desde los tiempos de amateur. Este camino inalterable se mantuvo inclusive con la licencia profesional en su poder.
En el 2018 debutó con un resultado adverso ante José Vargas pero revirtió con dos triunfos ante Samuel Rey –su único nocaut- y Jorge Arce. Dos reveses ante Mariano Sandoval y Guido Schramm volvieron a poner a prueba su temple. Estuvo muy cerca de dar el batacazo el año pasado frente a Ariel López, con un despliegue estratégico pocas veces visto en la zona y en la última, sólido y en franca remontada, dio cuenta de Gustavo Lemos en septiembre pasado. Ahora es su tiempo. “Sobra confianza. Me siento muy bien preparado y dispuesto a enfrentar a los rivales que se presenten. Le agradezco a mi familia y a todo el público que ojalá vuelva a acompañarnos. Prometemos darle lo mejor”.