Desde Río Negro, César Claudio Vergara llega a un ring que ya conoce. Es que en el gimnasio Municipal Nro. Uno de Aristóbulo del Valle y Viamonte, realizó la última pelea antes de un parate forzado. Fue el 11 de diciembre del 2019 ante Carlos Santana en una pelea que dominó mayoritamente pero que terminó con triunfo para el dueño de casa.
Después la pandemia y las necesidades de la economía, lo llevaron a priorizar el trabajo y a postergar sus sueños de boxeador. “Estaba inactivo porque había decidido abandonar el boxeo para dedicarme al trabajo. Yo laburo en la construcción y por eso divido mis entrenamientos”.
Mientras prepara el bolso para viajar y ser parte del pesaje en Comodoro Rivadavia acompañado por su compañero de gimnasio, Ramiro Escobar, el rionegrino asume llegar en un punto alto de preparación: “Llego muy bien y agradezco al equipo que tengo porque me da toda la confianza y en especial a Dios”, resume Vergara quien se prepara para realizar el segundo combate del 2023,
El 25 de marzo pasado en General Roca, empató en cuatro rounds con el formoseño radicado en Comodoro Rivadavia, Gustavo Andrés Lemos. “Fue una pelea que me costó muchísimo porque volví después de tres años y no estaba preparado para la pelea. Salió por una decisión de mi profesor porque un compañero se lesionó en el codo”.
Sin analizar en detalle el presente de su rival, el comodorense Ezequiel Mansilla dijo tener escasas referencias. “No sé mucho de él aunque no soy mucho de ver videos. Pienso que las peleas son peleas y en cada una; uno boxea diferente”, explicó Vergara quien entrena en el gimnasio «Haras Boxing Club” y reconoce la evolución en la carrera de Mansilla, la vara que deberá sortear el viernes próximo. “Me parece muy bien que esté levantando su nivel. Por ahí tenés altas y bajas por eso creo que siempre hay que mejorar para seguir”, cerró Vergara.