Lejos pero cerca. En el afecto y en el convencimiento, Lorena Curruhuinca Rechenes entendió el verdadero sentido de su regreso boxístico. En el ring de la Federación Argentina de Boxeo se sintió competitiva, sin desentonar frente a una rival jóven y en ascenso, la bonaerense Mercedes Reyna. “Físicamente me sentí muy bien, estoy contenta por la vuelta. Lo que me faltó fue por los nervios que sentí”.
“Esperé ver si había algo más de mi rival. A lo mejor golpes más fuertes, pero no era pegadora” dijo Lorena, la representante de José de San Martín quien asumió que el “día después” no representó dolor físico y sí la satisfacción de la tarea realizada.
“Quizás me faltó ritmo y soltarme a mí. Tuve que tirar más y no estar tanto a la defensiva. Me quedó la sensación de que la tuve que atacar más. El rincón me mandó a estar tranquila y a cuidarme con la guardia. Reconozco que estuve nerviosa”.
“Hay buenas posibilidades para mí el año que viene. Pelee en la FAB con una chica que anda muy bien; queda entrenar y estar preparada para el 2024 donde saldrán más peleas e inclusive afuera. Puedo bajar inclusive hasta 47 kilos”, acotó Lorena.
Dice sentirse nuevamente en pelea y conciente de que tiene mucho por dar, asume haberle ganado a la inactividad. “Van a salir más oportunidades y todas serán diferentes. Ya estuve ahí y ya sentí qué es. Es hermoso pelear con alguien de tu categoría, ella era apenas unos centímetros más alta que yo y los golpes no se sienten tanto. Yo quería guerra pero mi rival era más de boxear. Yo quería que venga a pelear pero eso no sucedió”.
“Hubo mucho gente –dijo Curruhuinca- que me llamó de Trelew y de José de San Martín, gente que me apoyó en esto y me dio mucha fuerza. Tengo que agradecerle a mucha gente”. Foto Leandro Quispe.